Son muchos los onubenses que, desde que Rusia invadiera Ucrania el pasado 24 de febrero, se han volcado en ayudar al pueblo ucraniano a través de la donación de material sanitario, ropa, alimentos e incluso dinero. Ahora Federico Pérez, director del centro de atención para personas drogodependientes Asociación Arrabales en Huelva, ha dado un paso más y va a emprender, junto a su compañero Juan Manuel Fariña, un viaje de ida y vuelta a la frontera de la guerra.
Quienes conozcan un poco a Federico no se sorprenderán de este paso al frente, ya que se trata de una persona muy inquieta e implicada. Por ello, no ha dudado en responder a la llamada de ayuda de la Iglesia Ortodoxa en Huelva, gestionada por el párroco ucraniano Dmytro Savchuk.
Una de sus hijas no ha dudado en dar cuenta, a través de las redes sociales, de la gesta que va a emprender su padre.
Os presento a mi padre. Él es el director del Centro de Atención para Drogodependientes Arrabales en Huelva. Como veis, ayudar es algo intrínseco en él y es por eso que ha decidido viajar a la frontera de Ucrania para aportar su granito de arena. + pic.twitter.com/bVSLd9UYSW
— lemon (Taylor’s Version) (@pauliticius) March 8, 2022
Su idea inicial era colaborar en el transporte del material donado hasta la Iglesia, pero finalmente se ha liado la manta a la cabeza y lo que iban a hacer unos portes dentro de Huelva se ha convertido en un viaje de miles de kilómetros a la frontera del horror. Así, este jueves partirá en una furgoneta cargada de material médico a la frontera de Polonia con Ucrania, con la idea de regresar con un grupo de refugiados ucranianos a bordo, entre ellos menores.
El gasto del viaje, entre peaje y gasolina, ronda los 1.500 euros, pero una vez más los onubenses han dado muestra de su solidaridad y literalmente han colapsado el Bizum de Federico con sus donaciones.
Y tanto se han volcado que de nuevo los planes han cambiado y ahora un tercer compañero, Blas Miguel Hernández, los acompañará con una segunda furgoneta de nueve plazas gracias a la colaboración de las empresas Contraincendios Tartessos y Ragersire. También se unirá un cuarto compañero para hacer los turnos de conducción. El plan se multiplica: ahora serán dos furgonetas las que partirán desde Huelva cargadas de ayuda y que volverán con refugiados ucranianos que dicen adiós a su patria y se enfrentan a un futuro incierto pero, al menos, en paz.
La idea es hacer un viaje directo, sin parar en hoteles, durmiendo en la furgoneta por turnos. Ya han contactado con otros españoles que han hecho el viaje y que les han asesorado sobre el trayecto.
Federico ya tiene su furgoneta cargada de material sanitario para emprender una aventura que nunca esperó vivir y con la esperanza de poder traerse a este grupo de refugiados, que aún están en un pueblo de Kiev y tienen que llegar a la frontera. “Estamos muy nerviosos y confiando en que todo salga bien, y emocionados también por cómo se ha volcado la gente”, ha relatado a Viva Huelva Federico que, por cierto, también colabora con este periódico. Buen viaje.
