La cantante española Rosalía fue una de las últimas en llegar a la Met Gala, casi al final, a pesar (o tal vez por eso) de ser una las más esperadas, y se presentó con un vestido blanco de pedrería con cola del diseñador Mathew Williams para la casa Givenchy, y gafas de sol.
Con desparpajo se acercó a los medios y dijo a Efe que le encanta la moda mezclar lo tradicional con lo nuevo. “Es todo muy disruptivo”, dijo, levantándose la falda para mostrar unas botas altas de cuero blanco con plataforma.
La española, a la que se vio hablando animadamente con la televisiva Kris Jenner, madre de las hermanas Katdashian, acaparó los flashes de los fotógrafos y gritos del público que esperaba fuera en la calle.
“Yo soy una persona que se siente muy agradecida de todo esto”, agregó, valorando formar parte del grupo de músicos latinos invitados a la exclusiva fiesta benéfica.
La española asiste así a su segunda gala del Met después de debutar en septiembre del año pasado con un original conjunto en el que lució un gran mantón de Manila, también con botas altas de plataforma.