El director gaditano Alexis Morante se ha mostrado muy feliz del resultado de "El universo de Óliver", su ópera prima, que se estrenará en toda España el próximo viernes, y ha definido su película como “una oda y un homenaje a los abuelos”.
Morante ha rodado una cinta que habla de la magia y de la aventura de crecer, inspirada en el paso del cometa Halley en los años 80 y ambientada en el Campo de Gibraltar, y llega a las pantallas de la mano de un cineasta que cuenta en su haber con varias nominaciones a los Premios Goya y a otros galardones.
Una película que el director concibe como “el homenaje a los abuelos, que nos han ayudado a ser cómo somos”, pero también “a los padres que sacaron adelante a una generación de hijos que hemos estudiado y no hemos tenido límites en nuestras vidas”.
Para Morante, es una cinta que “tras verla se queda en la mente que ha mandado varios mensajes, porque trata muchos temas”, aunque lo principal es que “transmite una emoción muy grande al recordar tu época de niño, o de mayor, cuando comienzas con tu pareja a subsistir en la vida”.
“Transmite un sentimentalismo que te hace pensar en muchas cosas”, ha dicho, y ha recordado que todo se basa en un libro escrito por su amigo Miguel Ángel González hace más de doce años, que nunca llegó a publicarse, aunque “cuando lo leí, le dije que si alguna vez hacía una primera película me gustaría que fuese sobre ese libro”.
De esta forma, pasaron doce años, consiguieron productores, "empezó a llegar presupuesto y la película ha salido mucho mejor de lo que yo pensaba que iba a salir”.
Ha subrayado que los productores le explicaban “que era un proyecto complicado, muy ambicioso para el presupuesto que tenía”, pero el director ha logrado “algo que, visualmente, quiere estar a la altura de las películas de los 80 americanas”.
Protagonizan el filme María León (Goya a mejor actriz revelación por “La Voz Dormida”), Salva Reina (Mejor actor de reparto del Festival de Málaga 2014) y Pedro Casablanc (nominado al Goya a mejor actor por “B”), junto al niño Rubén Fulgencio, que interpreta al joven protagonista Óliver.
De este último, el director ha destacado su profesionalidad a pesar de su juventud -tenía 12 años durante el rodaje-, y cómo “él mismo se encargaba de explicar a los demás niños qué tenían que hacer, cómo se tenían que colocar o cuándo tenían que hablar o estar en silencio”.
Alexis Morante firma el guión junto a Raúl Santos y Miguel Ángel González, en colaboración con Ignacio del Moral (Goya a Mejor guión adaptado y autor de “La voz dormida” o “Los lunes al sol”), y ha encontrado para la producción a José Alba, Olmo Figueredo González-Quevedo y Cristina Zumárraga para Pecado Films (“Viaje al cuarto de una madre”, “Gernika”), La Claqueta PC (“La trinchera infinita”, “El inconveniente”) y Tandem Films (“La boda de Rosa”) respectivamente, con la producción ejecutiva de Odile Antonio-Baez y Sara Gómez y en coproducción con Sinehan Capital AIE.
Arranca en 1985, con Óliver, un niño con una imaginación desbordante, que se muda con su familia al rincón más al sur de Europa, justo cuando está a punto de pasar el Cometa Halley, acontecimientos que marcarán un antes y un después en la vida emocional del niño.
Para el actor malagueño Salva Reina ha sido “una suerte contar esa historia”, e interpretar a un personaje bonito, “un tipo que ha tenido que renunciar a sus sueños, que se fue del barrio a comerse el mundo, se comió una esquina y se dio de frente contra la realidad”.
Por su parte, la sevillana María León ha asegurado que en pantalla se percibe “mucha magia, mucha realidad y mucha nostalgia de lo que hemos sido y de dónde venimos”, lo que ha definido como “un cóctel para sentirse identificado tanto con los adultos como con los nenes”.
La cinta vivió su preestreno el pasado sábado en Algeciras y hoy, lunes, lo hace en Sevilla, antes de que el viernes llegue a los cines para el gran público.
