El vicepresidente de la Xunta en funciones y candidato a la Presidencia, Alfonso Rueda, centrará sus propuestas del discurso de investidura en lo que considera que son las grandes prioridades de los gallegos, "familia, empleo y futuro", todo ello guiado por una "evolución tranquila".
Será una intervención en el pleno de investidura, que se iniciará este martes a las 9:30 de la mañana en el Parlamento gallego, a la que imprimirá su "estilo propio" y en la que, según fuentes cercanas, hará balance de los 13 años del "proyecto colectivo" encabezado por Alberto Núñez Feijóo, del que tomará el relevo.
Así que será un discurso en el que subrayará el "espíritu de continuidad" para Galicia, con el objetivo de mantener los aciertos, al tiempo que señalará que ahora comienza una "nueva etapa" para perfeccionar lo que se pueda hacer mejor, por lo que desgranará los principales retos y formulará propuestas para afrontarlos con éxito.
Entre las propuestas estarán las de establecer más apoyos para mejorar la calidad de vida de los gallegos "desde la cuna hasta el bastón", algo que ya había planteado Núñez Feijóo, y más innovación y captación de inversiones para generar puestos de trabajo de calidad.
También un mayor impulso para trazar las líneas maestras de la Galicia del futuro, a través de lo que denomina una "evolución tranquila" que refuerce la posición de la comunidad gallega en el mundo.
En su discurso, tiene previsto hacer un llamamiento a la juventud, y asegurar que la Xunta trabajará para paliar las principales preocupaciones de los jóvenes como empleos dignos, formación de primer nivel y vivienda accesible, para brindarles nuevas oportunidades.
A nivel político, el candidato a presidir la Xunta apostará por blindar y ampliar la "normalidad excepcional" con la que cuenta Galicia, con una mayoría parlamentaria sin equivalente en España y que, según recordará, fue refrendada hace menos de dos años en las últimas elecciones autonómicas.
Una normalidad y continuidad que cree que es lo que preservó a la comunidad a lo largo de las cuatro décadas de andadura autonómica de las rupturas que caracterizaron a otros territorios.
Además, se referirá al papel que debe ocupar Galicia en España y en Europa y mostrará su disposición a mantener la lealtad institucional con el Estado, entendida como "arropar" al Gobierno en la defensa de los intereses de todos, pero al mismo tiempo indicar las cosas que deben hacerse mejor.
De hecho, va a repasar las principales materias que el actual Gobierno central tiene en su "debe" con los gallegos.