¡No se sonría Vd, que no es broma! -No, si no lo hago por el título de este texto, sino porque me ha ocurrido este mes. -Veo que me ha subido casi 100 euros más la factura mensual de la electricidad de mi domicilio y me entretengo a comprobar con la del mes anterior donde está el descuadre. -¡Aquí está!. Aparece un concepto nuevo, que antes no estaba: “Coste tope del gas RDL 10/2022”. -¿No le ha llegado aún? Descuide que le llegará según consultas formuladas a dos comercializadoras de turno. Una de ellas responde lo siguiente: “Buenos días … , en respuesta a su correo electrónico, comunicarle que el concepto Tope de Gas, es una medida gubernamental temporal (hasta 31/05/2023)”. La otra comercializadora dice lo siguiente: “Se trata de una medida urgente y temporal, que se aplica a partir del 15 de junio de 2022 y hasta que se decida interrumpirla (como máximo duraría hasta el 31 de mayo de 2023)”. En ese momento pasa por la cabeza aquello de ¡Vaya Vd a saber que habrá ocurrido de aquí al 31 de mayo del año próximo? Pero uno se tranquiliza sabiendo que todo lo que supone subir se queda ¡Vaya que se queda!
Porque no es cuestión de alterarse. Uno piensa ¡Bueno un impuesto más que tendrá que pagar el consumidor!, aunque representa en este caso un 30% más del coste ordinario. Si esto se quedara así pues ¡aguantarse toca y punto!, porque ya se sabe que cuando el BOE publica no queda otra. Pero es que alguien va y mira el BOE (Boletín Oficial del Estado) precisamente el Núm. 137 Jueves 9 de junio de 2022 Sec. I. Pág. 78751; y no da crédito a lo que lee, ya que esta decisión de aumentar la factura eléctrica mediante esta “imposición” (algún experto dirá aquello que no es tasa, ni impuesto) “la aclara”, la Vicepresidenta Tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Dña.Teresa Ribera Rodríguez; porque dice que se: “establece con carácter temporal un mecanismo de ajuste de costes de producción para la reducción del precio de la electricidad en el mercado mayorista, ha articulado un instrumento regulatorio que tiene como finalidad la reducción del precio marginal de la electricidad en los mercados mayoristas de la península ibérica y, en última instancia, promover una reducción de los precios minoristas soportados por todos los consumidores finales de electricidad.” Y claro quien esto lee y mira atónito la factura aumentada, en ninguna forma reducida, tiene la sensación de que se ha perdido en tanta reducción de precios como se anuncia. ¿Promover la reducción de los precios soportados por los consumidores? Dudar de que Dña. Teresa, y quien manda por encima de ella, que seguro algo estará enterado de este asunto, sepa lo que es reducir precios sería absurdo. En el gobierno saben bien de reducciones (de sueldos, contratos, servicios, prestaciones…). Por ello sorprende que se produzca la contradicción entre ese reducir precios y el aumento real de los precios de la electricidad en lo hogares. De hecho, las dos comercializadoras consultadas han coincidido en afirmar, siguiendo la lógica reduccionista de la Sra Teresa, que: “Esta medida, tiene por objetivo abaratar la factura de la luz, aplica a todas las empresas comercializadoras y de no haberse realizado, el coste de la electricidad hubiese sido mayor”. Difícil de comprender este galimatías porque dicen: Te subo porque así te abarato. Y eso se justifica porque si no te subo, tendría que subirte más, con lo cual te subo, pero te abarato al mismo tiempo. Y ojo que quienes han recibido la “dolorosa” de julio, nada sabían ni entendían de que esa iniciativa del gobierno para “abaratar el precio de la luz” que entró en vigor el 26 de abril y se comenzó a aplicarse el 15 de junio.
Y las “pobres” grandes compañías eléctricas no paran de ganar dineros a espuertas, pero, – ¡Compréndalo Vd! - Si algo leí que en el mes de marzo Yolanda Díaz, en nombre del Gobierno, anunciaba: “que el Ejecutivo está centrado en utilizar "grandes beneficios" de las principales compañías del sector, para paliar la crisis provocada por la invasión de Ucrania”-. Noble empeño cuando se acometa tal empresa. A cinco meses de esa declaración de intenciones posiblemente el Gobierno ha valorado que los beneficios de las tres grandes compañías en 2021 no dejan mucho margen de maniobra. Endesa, que vio incrementado su beneficios en un 700% (si un setecientos) en 2019, cerró 2020 con un beneficio de más de 2000 millones de euros y de algo más de 1400 millones de euros en 2021. Iberdrola que terminó 2021 con más de 3800 millones de beneficio, que supone un 8% más que 2020. Y por último Naturgy que en 2021 obtuvo más de 1200 millones de euros de beneficios. Total, que el Gobierno sabe que estas “podres compañías” no pueden hacer frente con esos multimillonarios beneficios a los incrementos de los costes de los combustibles fósiles (petróleo o gas) y que el pequeño, pero indomable e incombustible consumidor final (así le llaman) aportará su granito de arena para que aumentando la factura de su hogar contribuya a la bajada del precio del Gas para que estas grandes operadoras puedan seguir “prestando servicios esenciales” a la comunidad. Eso si ¡Ganando muncho dinero!
Fdo Rafael Fenoy