El Kremlin descartó hoy la movilización general o parcial de la población pese a la retirada de las tropas rusas del este de Ucrania, muy criticada por los partidarios de una campaña militar mucho más agresiva en el país vecino.
"En estos momentos no estamos hablando de esto", dijo Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, durante su rueda de prensa telefónica diaria.
El repliegue ruso de la región ucraniana de Járkov ha vuelto a poner sobre la mesa la acuciante falta de hombres en las filas del Ejército ruso que combate en Ucrania.
El diputado crimeo del partido del Kremlin, Rusia Unida, Mijaíl Sheremet, aseguró hoy que sin la movilización general las tropas rusas no lograrán los objetivos que se marcaron cuando comenzó la "operación militar especial" en febrero pasado.
Esa opinión es compartida por muchos expertos y blogueros militares rusos, mientras el líder chechén, Ramzán Kadírov, criticó los errores cometidos por los generales en el campo de batalla y se mostró dispuesto a enviar a 10.000 hombres al frente.
Los prorrusos destacaron que las fuerzas ucranianas en Járkov eran ocho veces mayores que las rusas, que optaron por retirarse, dejando atrás combustible y equipos militares en manos del enemigo.
Según la prensa, el presidente ruso, Vladímir Putin, considera que la mayoría de rusos no están dispuestos a enviar a sus hijos a combatir en Ucrania.
Un 70 por ciento de los rusos apoya en mayor o menor grado la campaña militar, a la que se opone un 18 por ciento, según el último sondeo oficialista.
Mientras Ucrania interpretó el repliegue ruso de Járkov como una gran victoria que le permitió recuperar miles de kilómetros cuadrados de territorio, el Ministerio de Defensa ruso argumento que su decisión buscaba reforzar sus posiciones en el Donbás.