La actualidad, cada día más, se desarrolla y se amplifica a través de las redes sociales. Y ha sido a través de los grupos conileños de Facebook desde donde se convocaba para este pasado jueves una concentración a las puertas del Ayuntamiento con el objetivo de alzar la voz ante “la inseguridad” creciente en determinadas zonas de la localidad.
Así, un vecino, Cristóbal Olmedo, lanzaba un post en el que decía que “debido a la gran ola de robos y la sensación de inseguridad por parte de los vecinos de Conil. Y ante la falta de vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad del estado, sumado al poco interés por parte de nuestros gobernantes, os emplazamos a tod@s el jueves día 3 a las 12 de la mañana presentar nuestro malestar en la puerta del Ayuntamiento. No es justo que nuestros mayores tengan miedo de ir solos por la calle por culpa de ciertos individuos, los cuales tod@s conocemos”.
Al parecer, el detonante, o la gota que ha colmado el vaso, ha sido el robo y la agresión a una mujer mayor, en esta caso la madre del convocante de la concentración, a la cual le sustrajeron el bolso a través del método del ‘tirón’, cayéndose la víctima al suelo y lesionándose. Sus familiares han tomado la iniciativa y su publicación en redes ha tenido tantos apoyos como detractores. Eso sí, cuando hablamos de detractores no es en referencia al suceso en sí, sino en “crear una alarma falsa” y ofrecer públicamente “una imagen del pueblo como si fuese peligroso”. Sin embargo, han sido muchos los vecinos y vecinos que comparten también esa preocupación y que se mostraron de acuerdo con la protesta en demanda de mayor seguridad en las calles.
Así, este jueves tuvo lugar en la puerta del Ayuntamiento dicha concentración “en repulsa a la oleada de robos”. El portavoz ha sido el propio Cristóbal Olmedo Espobín, hijo de una de las vecinas asaltadas, quien agradeció la asistencia a la misma, alrededor de un centenar de personas, algo importante para que “la gente sepa que no está sola, sobre todo las personas mayores”.
Olmedo habló sobre las críticas que recibió su post, “en las que se dice que yo no quiero al pueblo... eso es mentira, porque trabajo fuera y a mí se me llena la boca cada vez que hablo de Conil”. Pero querer al pueblo “no significa esconder un problema que está ahí y que si queremos solucionar hay que visibilizarlo. Darle visibilidad ayudará a atajarlo”.
Otra cuestión que quiso aclarar es que su protesta y su convocatoria es totalmente apolítica, sin partidismo, y su objetivo solo es “solucionar un problema bastante grande que afecta a todos”, algo que conoce “por experiencia propia”.
Entre sus demandas está “mejorar la presencia policial” en las zonas más conflictivas de la localidad, mientras que también solicita la colaboración ciudadana.
Por último quiso agradecer el trato recibido por él y su madre por parte de la Guardia Civil a la hora de denunciar la agresión y el robo que sufrió días atrás.
El alcalde de la localidad, Juan Manuel Bermúdez, también se dirigió a los vecinos, lanzándoles un mensaje de calma y reconociendo que “es un problema real” que le precupa.
Bermúdez aconsejó a Olmedo hacer caso omiso a las críticas que recibe por redes, porque “estamos aquí porque queremos a Conil y estamos preocupados por un problema” que “repercute en nuestros mayores y en las personas más vulnerables”, añadiendo que “hay que ser mezquino y ruin” para robar “a nuestras madres”.
Bermúdez también pidió colaboración ciudadana y que cuando algo ocurra que se denuncie, al tiempo que dijo que ya había hablado con la Guardia Civil y la Policía Local sobre este asunto.
A la concentración han acudido un gran número de vecinos procedentes de diferentes zonas del pueblo, entre ellos, algunos presidentes de asociaciones vecinales, como Diego Tirado, del barrio de los pescadores; entre otros representantes políticos.
Ese robo con fuerza a una anciana, el robo de una tienda de ultramarinos, un presunto atraco a una gasolinera, sucesos como los ocurridos en la pasada concentración motera, actos vandálicos como cuando unos jóvenes quitaron la bandera LGBI, distintas agresiones en zonas de ocio nocturno, denuncias de “oleadas de robo” en el campo y en casas del diseminado conileño, o las quejas vecinales por la proliferación de venta de drogas (y lo que conlleva) en algunos barrios y la vista de todos, forman parte de esas quejas que han generado entre algunos ciudadanos la idea de que la sensación de inseguridad ha crecido, así como el número de delitos.