La ilusión volvió a recorrer las calles de Sevilla en una tarde casi primaveral, que sólo se enfrió cuando cayó la noche. Los Reyes Magos volvieron a llenar de caramelos y regalos el tradicional itinerario de siempre, volviendo a pasar por las calles más estrechas del centro y recorriendo Triana y Los Remedios, como era habitual.
Con 33 carrozas, trece de ellas de estreno y una de ellas dedicada especialmente a la Exposición Iberoamericana de 1929, el cortejo partía del Rectorado de la Universidad de Sevilla con unas temperaturas casi primaverales y un sol radiante que contrastaba con la lluvia del pasado año.
Los beduinos ponían el baile y el entusiasmo en una jornada en la que Sevilla se ha volcado para disfrutar de los Reyes Magos en todos los puntos de su recorrido, especialmente por la Macarena, el casco histórico y el Altozano de Triana.
Este año sus Majestades de Oriente han estado encarnados por Luis Bolaños como Melchor; José María Pacheco como Gaspar, y Alejandro Marchena como Baltasar, al que se le vio disfrutar en más de una ocasión en la carroza.
Los reyes han estado acompañados por María Luisa Martínez Gil como la diosa Palas Atenea; mientras que el Mago de la Fantasía estará encarnado por José Luis Olmedo; el Gran Visir será Gabriel de Alba y la Estrella de la Ilusión, Mila Amador.
El cortejo real, que ha lanzado unos cien mil caramelos, ha contado este año con 33 carrozas, trece de ellas de estreno, y unas 3.200 personas participantes, entre ellos un millar de beduinos y siete bandas de música, con un kilómetro y medio de longitud y con un tiempo de paso que ha superado los 45 minutos.
Como cada año, el Ayuntamiento ha preparado un dispositivo especial formado por unos 2.000 efectivos entre servicios de emergencias y el resto de trabajadores de las distintas áreas municipales, con refuerzos especiales en los servicios de transporte y en los de limpieza, con Lipasam cerrando el cortejo, algo que forma parte habitual ya de la Cabalgata de Sevilla.
