El tiempo en: Arcos

Curioso Empedernido

Poco a poco

Aunque vivamos en la época de las prisas y de la inmediatez, no hay nada en nuestras vidas que no nos exija tiempo y dedicación

  • Juan Antonio Palacios. -

Aunque vivamos en la época de las prisas y de la inmediatez, no hay nada en nuestras vidas que no nos exija tiempo y dedicación, esfuerzo y pelea con nosotros mismos y las circunstancias. La actualidad nos invade a través de las redes sociales en el mismo instante que están sucediendo los acontecimientos, que se está produciendo un hecho que antes considerábamos lejano, y con el que hoy estamos conviviendo como un testigo o un protagonista más.

A veces dedicamos demasiado tiempo a cuestiones que son absurdas y se lo robamos a lo que realmente nos debería importar. Y estamos más pendientes en lo que es más importante para los demás, que en lo que lo es para nosotros, y nos olvidamos de preguntarnos y repreguntarnos, quién queremos ser realmente, dejando que otros decidan por nosotros.

Con calma y reflexión debemos dedicarnos tiempo, a proteger nuestra alegría, a reírnos siempre que tengamos ocasión, a entrenarnos cada día en ganas de vivir, a saber distinguir la casualidad de la causalidad, lo espontáneo de lo planificado.

Nos maravillamos del mundo que nos rodea, y observamos y nos hacemos preguntas, leemos lo que otros han escrito, y generamos nuevas hipótesis para seguir avanzando, y continuamente nos ponemos a prueba, y vemos en que acertamos y en que nos equivocamos.

Poco a poco nos damos cuenta que aquello que era inmutable, se puede cambiar, y echamos a volar nuestra creatividad, y nos instalamos en la desconfianza, sin fiarnos de nada, sin creer lo que vemos y pensamos todas las veces que haga falta para convencernos para creer lo que tenemos delante de nuestros ojos.

Hemos de convencernos que con paciencia y persistencia, podemos cambiar la realidad, y para ello no nos debemos dejar engañar ni manipular, y no obsesionarnos y pensar que debemos aprovechar los momentos que vivimos y tener la vocación de disfrutar nuestro futuro.

Paso a paso no debemos dejar embaucarnos por una perfección que nos paraliza y nos impide avanzar, quedarnos ciegos ante los tesoros que tenemos delante de nuestros ojos, nos dejarnos intoxicar con cargas de negatividad, cuando siempre que busquemos, encontraremos razones positivas para ilusionarnos.

Una de las cuestiones más inútiles a las que podemos dedicarnos es a hacer ruido artificial, que se suele quedar en humo, en sembrar el descontento y la desilusión, en empeñarnos en sentirnos enfermos en lugar de gozar plenamente de nuestra salud.

Hay quienes se empecinan de forma rápida en derrumbar todo lo que puede construirse, que no dejan lugar para un pensamiento calmado y sereno, y prefieren situarse la mayoría de las ocasiones encima de un polvorín que puede estallar en cualquier momento.

Nadie está a salvo en un mundo como el nuestro en el que todos estamos expuestos, y en el que no es fácil distinguir con claridad la ficción de la realidad, y resulta tentador que terminemos adoptando el personaje que los demás nos quieren asignar

Ser dueños de nuestros pensamientos y poseedor de nuestras palabras, construir nuestra historia, en la que nosotros y solo nosotros escribamos el relato, y digamos lo que nos apetezca, sin necesidad de responder a falsos estímulos para producir respuestas vacías.

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