La Guardia Costera indicó que galletas de petróleo y fragmentos de chapapote se han encontrado cerca de la ciudad de Texas y de Galveston, con lo que ya se ven afectados los cinco estados costeros del Golfo de México: Luisiana, Misisipi, Alabama, Florida y Texas.
La llegada de las manchas a Texas fue augurada el viernes en un análisis de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA), que dijo que había un 40 por ciento de probabilidad de que el crudo afectara a la zona.
"Fue solamente una cuestión de tiempo hasta que parte del vertido encontrara su camino hasta Texas", señaló Hans Graber, físico del medio marino.
La Guardia Costera está analizando actualmente pruebas del chapapote vertido.
No se descarta que las galletas de crudo, muy pequeñas de momento, hayan llegado a las aguas de Texas pegadas a barcos que trabajan en la zona del derrame, dijo ayer el almirante Thad Allen, del Servicio de Guardacostas, encargado de la coordinación en las tareas de lucha contra el vertido.
Mientras la compañía British Petroleum, que operaba la plataforma que se hundió el 20 de abril, ha invertido ya 3.120 millones de dólares en medidas de respuesta a la catástrofe medioambiental generada por el derrame para paliar los daños causados.
