La delegada de personal en Arquisocial de FSP-UGT, Mercedes Barea, señaló ayer que “la situación es crítica camino del tercer día de huelga. Reclamamos que la empresa dé la cara y busque una solución a nuestro problema”.
Desde FSP-UGT, se indica que Arquisocial, cuyo responsable principal radica en Zaragoza, “literalmente nos ha dicho que pasa de nosotros. Aseguran que no tienen dinero ni para pagar el tren para enviar a un representante desde Zaragoza” que analice el caso de unas trabajadoras que se sienten “abandonadas”.
El servicio en San Roque está supervisado por una coordinadora “que tampoco cobra y se encuentra en nuestra situación”. Por ello, Barea subraya que “queremos un representante que nos plantee soluciones”.
Las empleadas del servicio se “aglomeraron” ayer tarde en la oficina de la empresa. A este respecto, la delegada de FSP-UGT recalcó que “avanzamos a la empresa que nos íbamos a quedar en la oficina, y nos han dado las llaves como si no importara nada”.
Según FSP-UGT, “el principal responsable no da la cara. La que nos tiene que pagar es la empresa, las deudas con el Ayuntamiento no nos incumben”.
Sin soluciones
Barea subraya que ni Consistorio ni empresa concesionaria han planteado soluciones satisfactorias para la actual situación, lo que provoca que las empleadas se encuentren “cada vez más nerviosas”.
Ayer mismo, las trabajadoras celebraron una asamblea en la oficina de la empresa para analizar cuáles serán sus próximas movilizaciones. Lo que parece claro, al menos a los ojos de las empleadas, es que “a todo el mundo les importan tres pitos que los ancianos de San Roque se queden desatendidos”.
Una situación que se produce toda vez que el colectivo hace uso “del derecho a movilizarse”. De esta forma, Barea aclara que “la huelga continúa y sólo cubrimos los servicios mínimos. Los abuelos nos llaman y también están supernerviosos. Nos trasmiten ánimos pero no sabemos si los familiares tomarán medidas por otro lado” y “la situación acabará por explotar por otro lado”.
Una circunstancia que cada vez toma más cuerpo ya que “los ánimos se van caldeando, sobre todo porque la empresa se muestra pasiva”.
Mientras, el Ayuntamiento ha trasladado al colectivo que está “a la espera de percibir un dinero de la Junta” que podría derivarse para cubrir la deuda que mantiene con Arquisocial, cercana a los 750.00 euros.
En cualquier caso, las 43 trabajadoras están valorando emprender nuevas movilizaciones para presionar tanto a Ayuntamiento como a la propia empresa, al entender que las que están emprendiendo no han logrado obtener el fruto esperado.