Para intentar asegurarse una mayoría absoluta, Reinfeldt, quien lidera la Alianza por Suecia (bloque gubernamental compuesto por conservadores, liberales, cristianodemócratas y centristas) ofreció anoche al Partido del Medio Ambiente abrir negociaciones para formar gobierno.
Pero los portavoces verdes respondieron con una clara negativa, apelando a las grandes diferencias políticas en temas como la energía nuclear y al hecho de que los verdes concurrieron a los comicios en coalición con el Partido Socialdemócrata y el Partido de la Izquierda.
“No vamos a apoyar a la Alianza. No hemos recibido el mandato de nuestros votantes para iniciar negociaciones con la Alianza sobre la formación de gobierno o sobre colaboración”, declaró en rueda de prensa en Estocolmo Maria Wetterstrand.
En lugar de unas hipotéticas negociaciones propusieron una reunión en la que también participen sus dos socios en el bloque opositor, con el objetivo de analizar la situación “lamentable” creada por la entrada en el Parlamento del ultraderechista Demócratas de Suecia, dijo el otro portavoz verde, Peter Eriksson.
“La responsabilidad de discutir la situación recae sobre los siete partidos, no sólo sobre uno”, resaltó Eriksson, para quien sería “raro” que no participara el Partido Socialdemócrata, el más votado en los comicios.
La declaración de los verdes refuerza la continuidad del bloque de izquierda, que concurría por primera vez en coalición a unos comicios, e indirectamente a la líder socialdemócrata, Mona Sahlin, que reiteró que seguirá en el cargo pese a lograr el peor resultado en casi un siglo, idea que apoyaron abiertamente varios dirigentes del partido.
Eriksson invitó a esperar hasta que el miércoles se publiquen los resultados definitivos.