La medida fue aplicada en la mañana de ayer al 100% de la plantilla municipal, si bien los ingresos sólo fueron realizados ayer a los empleados que cuenta con nómina en la entidad bancaria Cajasol, por lo que se espera que el resto los reciban a lo largo del día de hoy.
Con el adelanto de esta cantidad, aplicada a la totalidad de los trabajadores municipales, con independencia del salario que les corresponda, el alcalde, Juan Andrés Montedeoca, ha querido poner freno a la situación de impago que sigue viviendo el municipio y que sigue provocando las protestas laborales y sindicales.
Pese a ello, el secretario comarcal de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, Manuel Andrades, anunció ayer que las protestas diarias a las puertas del Ayuntamiento continuarán “hasta que no se produzca el ingreso total de las nóminas de los trabajadores y hasta que no termine esta situación de inseguridad económica que sufrimos mes a mes”.
Pese a todo, con esta medida, se satisface en parte las peticiones planteadas la pasada semana por los sindicatos CSI-CSIF, UGT y CCOO durante una de las protestas realizadas en las puertas del Ayuntamiento.
Allí, los representantes sindicales instaron al primer edil a que acometa el pago de, al menos, el 80 por ciento de los salarios, si bien estuvieron de acuerdo en que este pago fuera proporcional al salario de cada empleado.
De este modo, los funcionarios no cobrarían necesariamente el 80 por ciento de su sueldo, sino que, como comentó el secretario comarcal de FSP-UGT, Manuel Andrades, se entregue “una cantidad fija” que favorecería a los trabajadores que dispongan del salario más bajo.
Es decir, que un trabajador municipal cuyo salario fuese de 1.000 euros y otro cuyo sueldo ascendiese a los 1.500 cobrarían idéntica cantidad, asumiendo, por tanto, que los que tienen pagas más modestas necesitan una proporción mayor de su sueldo para afrontar sus pagos pendientes.
Ruido
Por otro lado, CCOO quiso posicionarse ayer en relación a la nueva ordenanza que el equipo de Gobierno pretende implantar para rebajar los niveles de ruido en el municipio, lo que, a su juicio, “no es otra cosa que la de intentar coaccionar a los sindicatos y a los representantes de los trabajadores para no ejercer su derecho a manifestarse, olvidando que dichas protestas están debidas a que no reciben el salario”.