El próximo lunes, a las 19.00 horas, tendrá lugar el pleno extraordinario en el que el Defensor de la Ciudadanía de Arcos expondrá la memoria de su oficina relativa a 2023. Lamentablemente, Pepe Salas entiende que no se avanza en el grado deseado respecto a la relación entre el Ayuntamiento y la ciudadanía, ya que el documento reedita prácticamente las mismas quejas que años anteriores. En este caso, su informe afecta a la gestión de dos equipos de gobierno, el socialista y el de coalición entre PP y Ai-Pro, dado que el relevo político se produjo a mediados del pasado año.
Con independencia de las clásicas, pero necesarias preguntas al Defensor, sus palabras guardan un halo de despedida, pues, como admite, la exposición de la memoria de este año podría ser uno de sus últimos actos públicos como Defensor. La edad y sus consecuencias hacen que Pepe Salas medite ya su retirada para, esperemos, dar paso a otra persona que vele por los derechos ciudadanos desde un trabajo independiente.
¿Qué recoge su memoria, Defensor, respecto a otros años?
Se repiten los temas una y otra vez, fundamentalmente el tema de filtraciones por rotura de canalizaciones de aguas residuales, de las madronas, o rotura de la red de suministro de agua potable. Eso, ni no se acude a tiempo, si no se pone remedio, si no se arregla la avería inmediatamente, esas filtraciones, y dado los desniveles que hay en el casco antiguo sobretodo, producen daños en las viviendas. Luego, tenemos el problema de las reclamaciones patrimoniales, ahí andamos en la lucha continuamente. Es absolutamente necesario que cuando un ciudadano comunique una avería, sea de agua potable o de agua residual, no se espere a que haya presupuesto para arreglar una canalización, para arreglar una calle. Eso es una emergencia, y entendemos que una emergencia debe ser atendida inmediatamente. Por otra parte, algo de los males de nuestro tiempo, en Arcos y en cualquier sitio: los ruidos. Hay ciudadanos que se encuentran con derecho a divertirse aunque estén perjudicando la calidad de vida de otros dentro de su vivienda, se altera la convivencia ciudadana, se altera la intimidad de un hogar. Las personas van al Ayuntamiento, van al Tribunal… Esto se demora, se prolonga día tras días, mes tras mes, sin la empatía que merece quien lo sufre. Esos son los dos temas con mayor peso en la memoria. Luego hay temas de contenedores, trabajos que realizan las empresas que se contratan o concesionarias que trabajan en las calles y no se repara el pavimento, suponiendo un peligro para los vehículos, los ciclistas… En fin, muchos asuntos. Intentamos que el Ayuntamiento actúe lo antes posible en cada una de las quejas que el ciudadano nos trae.
En cuanto al volumen de esas quejas, ¿denota que se han incrementado comparadas con otros años?
Hay menos quejas, pero la gente que viene a la oficina pidiendo asesoramiento (en ocasiones acude con asuntos que no corresponden a la oficina de Defensor, porque son de la Junta, de Diputación o de otras instancias. A veces vienen por una sanción de la Guardia Civil cuando esta oficina solo trata temas relacionados con la Administración de Arcos) se marcha atendida. Pero, como digo y siguiendo con nuestros estatutos, no hay ciudadano que venga aquí que no salga asesorado y con la ayuda que le podamos prestar para que se dirija a las entidades o administraciones competentes en los temas en los que lo han traído erróneamente.
Su oficina siempre ha exigido al Ayuntamiento que responda a cualquier reclamación, positiva o negativamente. ¿Se ha dado algún paso en ese sentido?
No. Ése es uno de los temas que se repite de informes de años anteriores. No se contesta. El Ayuntamiento no tiene la obligación de contestar antes de seis meses en base a la Ley de Procedimiento Administrativo que así lo establece cuando un ciudadano se le dirige. Pero cuando alguien ve que está entrando agua en su casa porque se ha roto una tubería y no se le contesta, viene a la oficina y pasa el tiempo y no se le contesta, lógicamente tenemos que reflejarlo una y otra vez en el informe en el que rendimos cuentas anualmente. O sea, que la falta de contestación del Ayuntamiento lo antes posible al ciudadano que está pidiendo ayuda y socorro no se suele producir; diría que eso hay que trabajarlo más.
¿Encuentra diferencia a ese respecto entre un gobierno y otro?
Hoy por hoy, más o menos es lo mismo. Estamos trabajando mucho con el nuevo equipo de Gobierno. En política se habla de cien días de confianza, hay muchos concejales nuevos y sin experiencia política y en la vida municipal. Entonces hay que entender con cierto miramiento la nueva situación. Esperemos que cuando redactemos la memoria de 2024 la situación haya cambiado radicalmente. Tened en cuenta siempre que estamos hablando de la memoria de 2023; es decir, que todo viene referido no a la Administración actual, sino a la que gobernaba en 2023. Cuando digo que no ha mejorado la comunicación con el ciudadano, hablo de 2023. Sin embargo, constatamos que esa costumbre de no contestar con la inmediatez que deseamos no se ha corregido suficientemente, pero tampoco me cabe duda de la voluntad por corregir.
A estas alturas siempre le preguntamos por lo mismo, por el futuro de la oficina del Defensor de la Ciudadanía, este año con la novedad de la reciente dimisión de su Adjunto…
Don Francisco Venegas trabajó con nosotros un tiempo. Tuvo que presentar su renuncia al cargo por motivos personales y estamos en la búsqueda de alguien que quiera ocupar este cargo, porque es absolutamente necesario para el mantenimiento de la oficina que la continuidad esté garantizada. Lo primero es tener un adjunto, porque se puede dar cualquier situación; yo mismo con setenta y ocho años y con las cosas propias de la edad, me marcho y es imprescindible un adjunto. Aprovecho para dar las gracias a Paco que venía haciendo un trabajo magnífico y supliéndome. Cada vez que yo necesitaba que tomara decisiones en mi nombre ahí estaba. Le doy las gracias y siento muchísimo que haya tenido que renunciar a su cargo.
Gracias y suerte con el pleno.
Que cada palo aguante su vela.