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Misa navideña en la casa de acogida de la Cruz Blanca

actuó la rondalla Los Zagalillos de San Francisco de la iglesia Santa María Micaela

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  • Padre Ángel e Isidoro Macías en la misa celebrada en la Casa Familiar de acogida Virgen de La Palma. -
  • Celebrada por el padre Ángel García Rodríguez, fundador de Mensajeros por la Paz
  • El padre Ángel ha recibido entre otros el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia
El pasado 24 de diciembre, debido al fuerte temporal que azotaba la zona apetecía estar en casa en esta fecha entrañable y familiar. Pero EL FARO estuvo presente en la misa que llevó a cabo el padre Ángel García Rodríguez, (fundador de la Asociación  Mensajeros de la Paz, de la Cruz Los ángeles y presidente fundador de la Asociación Edad Dorada), en la Casa Familiar de acogida  Virgen de La Palma, de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca. Durante la ceremonia actuó la rondalla Los Zagalillos de San Francisco de la iglesia Santa María Micaela de la Bajadilla de Algeciras, de la que es su director José Fernández.

Isidoro Macías ‘Padre Patera’, antes de iniciarse el acto religioso presentó al padre Ángel diciendo que: “Cuando estaba dando una conferencia en Santander, recibí una llamada telefónica de él que se encontraba en Irak, diciéndome que el 24 de diciembre estaría aquí con nosotros. Es una persona muy importante que recorre todo el mundo haciendo el bien”.

Mensajeros de la paz
El celo del Padre Ángel le llevó a Madrid en el año 1972 para extender los hogares que había organizado. Una vez allí puso un nombre más universal a su obra y fundó la Asociación ‘Mensajeros de la Paz’, de ámbito nacional y de carácter no gubernamental. Actualmente la Asociación es una organización apolítica, no gubernamental, declarada de utilidad pública y de ámbito nacional e internacional, respetuosa y agradecida con las autoridades legítimas, en la que caben todas las personas que estén en sintonía con la ayuda social a los niños, jóvenes, adultos y mayores más necesitados, sean de la ideología, religión, sexo, profesión, ... que sean. Ha recibido entre otros galardones el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

La principal actividad en sus inicios fue la creación de hogares funcionales para acoger a niños y jóvenes privados de ambiente familiar o en situación de abandono, proporcionándoles el medio más parecido al de una familia, en el que desarrollan su vida y formación integral de un modo eficaz, garantizando su presencia en la sociedad sin discriminación y sin marginación.

La Asociación en sus fines estatutarios refleja como objetivo primordial la promoción humana y social de los núcleos más desfavorecidos de la sociedad.

Mensajeros de la Paz está legalmente constituida en numerosos países y trabaja de forma directa o en colaboración con organizaciones locales en distintos programas de cooperación, en 30 países, entre los cuales podemos nombrar a Argentina, Bélgica, Benin, Bolivia, Burundi, Chile, Colombia, Costa de Marfil, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guinea, Guatemala, Irak, Irán, Italia, Kenia, La India, México, Miami, Montenegro, Mozambique, Panamá, Perú, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Uruguay, Venezuela...

Una de las campañas más exitosas del padre Ángel y que más dieron a conocer su labor fue la campaña “Lo querrás  más que a un hijo”, diseñada para conseguir padres adoptivos a niños con graves enfermedades.
Con el paso del tiempo, la incesante e incansable actividad del padre Ángel ha ido diversificándose, creando proyectos y recursos destinados a la protección y mejora de la calidad de vida de otros sectores sociales vulnerables, tales como el de los discapacitados físicos y psíquicos, las mujeres víctimas de la violencia doméstica, los inmigrantes, etc.

En los últimos años, y especialmente en países occidentales, una de las preocupaciones principales del padre Ángel han sido las personas mayores de escasos recursos, muchas veces abandonadas, desatendidas, frecuentes víctimas del olvido. Para estas personas creó la Asociación “Edad Dorada”. Para ellas ha abierto residencias de ancianos, centros de día y ha llevado adelante otros proyectos destinados a favorecer sus condiciones de vida y su integración social, luchando especialmente por aliviar la soledad que les afecta en el mundo desarrollado y el olvido social e institucional del que muchas veces son objeto.

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