Se trata de la célebre fotografía Mater dolorosa, que Centelles (Valencia, l909 - Barcelona, 1985) tomó después del bombardeo de la ciudad de Lleida en el año 1937. En ella aparece una mujer llorando desconsoladamente junto al cadáver de su marido en el cementerio de la ciudad.
Según ha explicado a Efe Octavi Centelles, esta imagen fue publicada en 1994 en la revista Atalaya, editada por los Testigos Cristianos de Jehová, de la que se distribuyeron 16 millones de ejemplares en todo el mundo y en 115 idiomas, con una posterior edición como libro encuadernado.
La fotografía, que llegó a unos 150 países, como México, Canadá, Australia, Sudáfrica, Estados Unidos, Filipinas o Japón, se publicó sin licencia ni permiso de difusión y fue además “mutilada” sin autorización.
Octavi Centelles señala, en este sentido, que el fondo de la fotografía fue modificado y la imagen recortada, a la vez que se omitió la autoría de la instantánea.
“La entidad religiosa la cogió sin permiso, no puso el nombre del autor, la fragmentó, la modificó, le quitó el fondo, le puso texto encima y la imprimió 16 millones de veces en 150 ediciones distintas”, afirma el hijo menor de Agustí Centelles.
Aunque la fotografía apareció publicada en Atalaya en 1994, no fue hasta quince años después, en 2009, cuando la familia Centelles descubrió esta irregularidad gracias a la advertencia de un anónimo que denunció el hecho en un foro de exmiembros de Testigos de Jehová.
Según los Centelles, un miembro de la confesión religiosa, José Luis Dorado, adquirió esta reproducción de la Mater dolorosa en el Instituto Municipal de Historia de Barcelona en 1992.De acuerdo con el certificado que emitió la entonces secretaria delegada de dicha entidad, Lluïsa Pedrosa, José Luis Dorado, en representación de los Testigos de Jehová, liquidó 6.452 pesetas por reproducciones de fotos de Centelles, sin informar en ningún momento del uso que les iba a dar.
En el albarán de entrega de las fotografías ya se especificaba que quedaba “absolutamente prohibida” la utilización de las instantánea para usos diferentes a los expresados, a no ser que se obtuviera la oportuna autorización y se abonaran los correspondientes derechos.
Los hijos del fotoperiodista aseguran que han tratado de llegar a un pacto extrajudicial con los Testigos de Jehová para poner fin a este conflicto, aunque la congregación ha ignorado hasta ahora sus “justas reclamaciones” y “no ha habido manera posible de llegar a un acuerdo para corregir esta situación”. La demanda interpuesta por la familia, pues, sigue su curso y el próximo 12 de mayo se celebrará la vista previa del juicio en un juzgado de Madrid. “Al final nos hemos visto abocados a acudir a los juzgados para poder limpiar la imagen de nuestro padre”, subraya Octavi.