Exteriores notificó oficialmente ayer al embajador libio la decisión de “poner fin a su misión” y le da diez días para abandonar España.
El departamento que dirige Trinidad Jiménez ha tomado esta medida al sostener que el régimen de Gadafi ha perdido “toda legitimidad por la continua represión que viene ejerciendo contra la población libia”.
El Gobierno español también ha ordenado expulsar a tres funcionarios de la embajada libia por realizar “actividades incompatibles con su estatus diplomático”, añade la nota.
Este paso representa la ruptura definitiva de las relaciones entre España y el régimen de Trípoli.
No obstante, la salida del embajador no supone por ahora el cierre definitivo de la legación libia.