Dimite la comisaria del centenario de la Exposición del 29 tras siete meses en el cargo

La excomisaria de la celebración del centenario de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, Amparo Graciani, que presentó este lunes su dimisión, ha asegurado que se marcha tras haber encontrado desde que llegó al cargo ejemplos de “la indignidad del gestor público”.

A través de una carta abierta en sus redes sociales, tras ser nombrada el pasado 9 de mayo, la catedrática de Historia de la Construcción de la Universidad de Sevilla ha explicado algunos de los motivos para dejar el cargo, lo que meditaba desde hacía varias semanas.

“Si las personas enfocáramos nuestra energía solo en aquellos que valoran nuestra presencia y nos aprecian por lo que somos, el mundo avanzaría a pasos agigantados”, dice Graciani, que entiende que “no merece la pena” invertir el tiempo “en quienes no nos corresponden”.

Señala además que ha carecido de equipo y ha encontrado personas más cerca de ella “de lo debido” que “no solo” no valoraban su presencia, sino que “carecen absolutamente de todos los ingredientes, que en mi opinión, son esenciales a una buena persona y ya no digamos a un gestor público”.

“Son causas más que suficientes para dar marcha atrás y volverme a mis cosas, que son las que yo he decidido que conformen mi vida, sin ataduras políticas”, indica en la misma cara.

Añade que ha encontrado “personas que actúan de mala fe, desde la mala educación y desde la más absoluta falta de empatía”, y asegura que habla en términos genéricos, “alcalde, teniente de alcalde, gerente, director, secretaria o auxiliar”, para citar a una institución que le genera “no solo incomprensión, sino pena y repulsa”.

Ha agradecido el apoyo “a todos, en especial a los valientes, generosos y gratuitos y a los agradecidos”, y ha señalado que “es de bien nacidos ser agradecidos”, aunque “de esos parece que en nuestro entorno tenemos menos de los que nos creemos”.