Las alarmas saltaron en Nervión el miércoles de la semana pasada cuando llegó una notificación de que Juanlu, Isaac y Carmona se perderían el partido frente al Celta por haber lucido una bandera con el escudo del Real Betis tachado después de ganar el derbi. La denuncia del conjunto verdiblanco privó a los canteranos de estar presentes en la despedida de Jesús Navas en el Ramón Sánchez-Pizjuán, algo que no sentó nada bien en la cúpula del Sevilla Fútbol Club.
Este mismo miércoles, el club blanquirrojo emitió un comunicado anunciando que ha decidido “cortar las relaciones con el Real Betis Balompié, pues no entendemos que tales relaciones puedan seguir vigentes cuando los dirigentes de la entidad verdiblanca han buscado deliberada y conscientemente el daño de nuestro club”.
Además, el presidente José María del Nido Carrasco atendió a los medios de comunicación tras visitar el Hospital Infantil Virgen del Rocío, asegurando que se han visto en la obligación de tomar estas medidas “debido a la actitud de sus dirigentes, que han denunciado unos hechos extradeportivos que hay que entenderlos dentro del contexto de la celebración de un derbi”, alegando que “hay que entender en ese contexto, en caliente, que unos niños estaban celebrando la victoria del Sevilla sin ninguna intención de faltar el respeto al Real Betis Balompié y a su afición”.
Del Nido también comentó que estuvo en contacto con el presidente bético tras el encuentro por otro motivo, y que este no le comentó nada del suceso de la bandera: “A la mañana siguiente, llame a Ángel Haro porque me enteré de discusión con Joaquín Caparrós en el palco del Ramón Sánchez-Pizjuán”, asegurando que “quería que se hubiera sentido en su casa y que esperaba que hubiera estado bien. Me dijo que no le diera importancia a lo sucedido en el palco. Lo que pasa en el terreno de juego se queda en el terreno de juego, como entendemos los hombres de fútbol”.
Por su parte, el mandatario bético compareció tras la Junta de Accionistas celebrada este lunes reconociendo que están “un poco cansados de que cuando hay actuaciones de este tipo en el barrio de Nervión son sevillanía o parte de la rivalidad”. Sin duda, este es un suceso que devuelve la rivalidad sevillana a épocas pasadas de mayor crispación.
