Muchos de los inmigrantes subsaharianos con los que traficaba esta organización eran mujeres, las cuales durante este periplo fueron violadas y privadas de libertad, hasta el pago de la 'deuda' que tenían contraída con la organización (que ascendía en algunos casos a 20.000 euros).
En este operativo policial fueron detenidas diecinueve personas en distintas provincias españolas, donde se asentaba la organización. No obstante, quedaban por detener algunos de los miembros activos de la misma que habían permanecido en Marruecos.
Una de estas personas, cuya detención estaba pendiente, era el encargado del organizar el paso de los inmigrantes entre los dos continentes, el cual estaba plenamente identificado por las víctimas.
Esta persona, de nacionalidad nigeriana y que responde a las iniciales I.O. fue detectada como uno de los inmigrantes que viajaban en una de las últimas pateras interceptadas en las costas de Tarifa.
Desde entonces permanecía ingresado en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Algeciras, donde fue detenido acusado de varios delitos, todos ellos muy graves: trata de seres humanos; contra los derechos de los ciudadanos extranjeros; violación; asociación ilícita y detención ilegal.
Una vez tramitado el correspondiente atestado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Número Uno de Algeciras, que ordenó su inmediato ingreso en la Prisión de Botafuegos.