Así lo aseguró ayer el presidente de la corporación insular, Alpidio Armas, mientras que el titular del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, afirmó que la situación es de “máxima calma”.
Rivero se reunió en El Hierro con la ministra de Defensa, Carme Chacón, y ambos estuvieron con el comité científico que estudia los movimientos sísmicos, de los que ayer se produjeron casi un centenar, y de ellos ocho los sintió la población.
Una población que en su gran mayoría continúa su vida con normalidad en una isla en la que, como insistió el presidente del Cabildo herreño “no va a pasar que tengamos que evacuar a 4.000 personas. En caso de que se produzca una erupción, será una erupción nada violenta y lo máximo que puede pasar es que surja una montaña de 200 metros”.
Las autoridades y los científicos recuerdan que el nivel de riesgo volcánico se mantiene en amarillo y las posibilidades de que se produzca una erupción de manera inmediata están en torno al 15%.
Los movimientos sísmicos preocupan porque aumentan las probabilidades de que se produzcan desprendimientos, que en El Hierro está asociados a su configuración territorial, en la que dominan laderas de pendientes pronunciadas, de cierta altura y estructuralmente inestables.
Debido a esa preocupación, 53 vecinos de los barrios de Las Puntas, El Lunchón, Los Corchos, Pie Risco y Guinea, en el municipio de la Frontera, fueron desalojados por si se producen desprendimientos.
La profesora titular de Geografía de la Universidad de La Laguna, María del Carmen Romero, especialista en geomorfología volcánica, explicó a Efe que la zona del Golfo está toda circundada por una pared con una verticalidad “acusada” y se producen desprendimientos de forma habitual porque está formada por material volcánico.
Por precaución también ha sido cerrado al tráfico el túnel que comunica los municipios de Valverde y Frontera.
La gran mayoría de los movimientos sísmicos no son percibidos por la población pero ayer aumentaron su número e intensidad, y las clases fueron suspendidas en Frontera para evitar riesgos en los desplazamientos.
La crisis sísmica que se vive en El Hierro recuerda a la que se produjo en la isla entre el 27 de marzo y julio de 1793, cuando hubo bastantes terremotos y las autoridades pensaron que podría tratarse de un volcán, por lo que se tomaron medidas por si se evacuaba a la población en barco.
De producirse una erupción volcánica en El Hierro, sería la primera que se estudie con instrumentación en España, donde la anterior tuvo lugar en 1971, cuando los movimientos sísmicos dieron lugar al volcán Teneguía, en la también isla canaria de La Palma. La erupción del Teneguía, que se produjo entre el 26 de octubre y el 18 de noviembre de 1971, causó una víctima por inhalación de gases.
