Los hechos tuvieron lugar el pasado día 3 del mes en curso a primeras horas de la mañana. Al salir de una discoteca céntrica la víctima en compañía de un amigo, observó como un individuo “arrojó una botella contra la pared por lo que le afea su conducta continuando hasta un bar cercano a la Verja de Gibraltar a fin de tomar una copa”.
Encontrándose dentro del bar, el Cuerpo Nacional afirma que “ven al individuo que arrojó la botella que, desde fuera, les hace señas para que salgan, lo que hacen ambos amigos. En ese momento, aquel individuo, esgrimiendo una navaja, la clava en el costado de uno de ellos”.
Éste, según los agentes, “al sentir la herida, empujó al agresor que cae en el suelo, pudiendo refugiarse ambos en el bar, donde permanecieron hasta la comparecencia en el lugar de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana”.
La llegada de los agentes fue tan inmediata que todavía hallaron al presunto agresor en el suelo y, dado que se encontraba manchado de sangre y también presentaba lesiones, en un primer momento dedujeron que pudiera tratarse de la víctima. Sin embargo, al comprobar que la víctima se encontraba refugiada aún en el bar, procedieron a la detención del presunto agresor, “incautándole la navaja que había utilizado y que tenía entre sus ropas”.
Además, agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de la Policía Nacional ha detenido a J.D.L.P, de 32 años, como presunto autor de un supuesto delito de robo con violencia.
El supuesto delito se perpetró en un salón de juegos de la calle Torres Quevedo donde, el pasado día 23 de diciembre, “un individuo entró esgrimiendo una pistola ocultando su rostro con un pasamontañas”.
“Tras amenazar al encargado con matarlo, poniéndole el arma en la cabeza, el autor del delito se apropió de la totalidad de la recaudación, ascendiendo a 5.000 euros, dándose a continuación a la fuga internándose en la Barriada de Los Junquillos”, aclara la nota policial.
Tras efectuar la pertinente denuncia, el mencionado Grupo de investigación comenzó su labor consistente en la identificación de este individuo, “a pesar de no mostrar en ningún momento el rostro”.
