En una entrevista con Efe con motivo de la publicación del libro "Twittergrafía. El arte de la nueva escritura" (ed. Catarata), que ha escrito junto a Mar Abad, Tascón hace una radiografía a la red de "microblogging": "Twitter es un internet en esencia".
Hoy todos se quieren subir al carro de una red social que se caracteriza por distribuir información tan rápido como arde la pólvora, aunque no siempre conocen la fórmula idónea para conseguir el éxito, que se traduce en seguidores que leen sus tuiteos y en retuiteos -o reproducción de lo que dicen- conseguidos.
Tascón, sí: "La vía principal para el éxito es ser diferente, tener algo que aportar y diferenciarte. La base es ser auténtico, si no, la gente te caza a la primera".
Y en esa carrera, en la que solo se dispone de 140 caracteres para sorprender, aportar conocimiento o hacer reír, el ingenio es fundamental. El experto destaca la pericia tuitera de la presentadora Eva Hache, del escritor Quim Monzó y de las frases de @ifilosofía.
Los políticos y el entorno corporativo, aún conservadores en la adopción de tecnologías, son reticentes a la utilización de esta plataforma que ha democratizado la comunicación (como atestiguan el movimiento 15M o las revueltas de la primavera árabe).
"Los políticos entran nerviosos en Twitter porque es un ágora arrebatada. Estaban acostumbrados a ser los dueños del ágora y ahora la gente se lo ha levantado", sostiene Tascón.
Pero en un gremio poco familiarizado con la tecnología también hay ejemplos destacables de tuiteros interesantes, según Tascón, como la vicepresidenta de la Asamblea de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, o la secretaria de política internacional del PSOE, Elena Valenciano.
Cree Tascón que esta red está redefiniendo el periodismo, para el que resulta un arma de doble filo porque le plantea una "competencia atroz" y le sirve de "aliado".
Competencia porque constituye un "termómetro de los temas que están en la calle", porque reproduce con inmediatez "lo curioso y lo importante" que sucede cada día, llegando a convertirse en fuente informativa: "Parece que los periódicos se hacen a ritmo de 'hashtag'".
El potencial de Twitter, a su juicio, viene dado en gran medida por la velocidad con la que se extiende la información -de carácter público-, muchas veces ya envuelta de opinión, y por la "adictiva" retroalimentación del diálogo: resulta esencial "devolver a la comunidad" lo que la comunidad te da.
Obtener información es la mayor motivación de los usuarios de la red de "microblogging", aunque coexiste con otras como la proyección pública del ego, la difusión de marca personal o la oportunidad de ser voyeur, de "mirar por el ojo de la cerradura" para conocer qué piensan y hacen los demás.
De hecho, el experto indica que bajo el éxito de Twitter subyace originariamente la utilización que los famosos han hecho de esa red, como por ejemplo el actor Ashton Kutcher o la cantante Lady Gaga, aunque hayan sido otros los que lo hayan enriquecido rellenándolo de contenido.
Ahora bien, no todo el monte ha sido orégano porque para aprovechar su potencial y disfrutar Twitter hay que hacer un esfuerzo: "Todo el mundo pasa por un proceso inicial de decir 'qué mamarrachada, no entiendo nada'. De todas las redes sociales es la que nos ha sido más difícil de entender, pero también la que más ha enganchado a la gente".
Y en ese "enganche" ha desempeñado un papel importante su carácter altruista: "En Twitter compartir también es crear. ¿Para qué voy a inventarme un tuiteo si ya lo has hecho tú?".