"Mañana será un día especial porque será mi última visita a San Mamés. Es la primera vez que vengo con el Schalke y seguramente será la última que juegue en San Mamés, pensando que habrá un estadio nuevo y que en dos o tres años, seguramente ya no estaré jugando", reflexionó.
Pese al marcador adverso de la ida, 2-4 para los bilbaínos, el delantero español reconoció que el objetivo de los teutones será darle la vuelta a la eliminatoria, aunque es consciente de que el Athletic no sólo cuenta con "mucho futuro" sino que su peligro reside también en su "presente".
"El Athletic está contento con el trabajo de Bielsa. Tiene posibilidades en la final de la Copa del Rey y de alcanzar las semifinales de la Europa League. Ha entrado en el corazón de los buenos aficionados al fútbol tras la eliminatoria del Manchester United. Es más conocido y se habla más", ahondó.
No obstante, aunque el '7' deseó que el conjunto bilbaíno "pueda seguir en esa línea y cumplir los objetivos", admite que su equipo acude al envite dispuesto a dar la campanada ante "un gran equipo, en su estadio, con una gran afición". "La dificultad será máxima", se sinceró.
RAÚL ECHA BALONES FUERA SOBRE SU RENOVACIÓN
Más allá del plano deportivo, Raúl González fue cuestionado por su futuro. Aunque el madrileño reconoció contar con "una buena oferta" sobre la mesa por parte del club teutón, debido a estar "en un momento crucial de la temporada", aseguró no haber "decidido nada".
"La semana que viene decidiré. Es una opción personal y familiar, pero ahora me quiero centrar en lo futbolístico. Nos encontramos peleando por el tercer puesto en la Bundesliga, algo que es muy importante para el club, por eso me centro en lo futbolístico", zanjó.
