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Antequera

Los restos de Arroyo Villalta se abrirán al público

Adif ha hecho público un gráfico en el que se observa la superficie que ocupa el yacimiento completo

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  • Infografía de la supercie que ocupa el yacimiento donde descarán los demás restos -

 

Las obras de la línea de alta velocidad Antequera- Granada han dejado al descubierto parte de la historia de la ciudad. Entre los hallazgos, un horno de alfarería romano en perfectas condiciones, del siglo I después de Cristo, que despertó hace algunos meses el interés de expertos e historiadores. La pieza que requirió de un laborioso procesó para su extracción y traslado descansa ya en el patio del Museo Municipal de Antequera a la espera de que se encuentre la financiación necesaria para su musealización. Así, lo explicó a este periódico la concejal de Patrimonio, Eugenia Acedo quien estimó que para ello necesitarían de al menos 6.000 euros. “El proyecto está ya casi terminado y pasaría a formar parte de las piezas del museo”, añadió.

 

Precisamente, en estos días el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha hecho públicas nuevas imágenes sobre estos hallazgos en los que se muestra la dimensión del yacimiento en su conjunto situado justo en el borde del trazado ferroviario y que quieren adecuar para su visita ya que está considerado el más importante de la Cordillera Penibética.

 

 Concretamente, se pueden diferencias dos grandes zonas. Por un lado hay cinco estructuras siliformes y cerámicas elaboradas a mano. En la otra zona, han sacado a la luz varias estructuras que datan de los siglos I y II después de Cristo, entre las que se encuentran un edificio de grandes dimensiones, tres zonas de acopio de escombro, una balsa de decantación de arcilla, seis hornos, un praefurnium –cámara de combustión de los hornos– y restos de cerámica. Durante la realización de las excavaciones se procedió a la conservación de las estructuras en su ubicación original.

 

El horno que ahora está en el museo antequerano estaba destinado a la cocción de material constructivo en la época del apogeo del Imperio Romano. Al terminar el estudio del terreno, las estructuras se cubrieron con grava y se les colocó una geomembrana de alta resistencia para evitar posibles afecciones a las estructuras descubiertas. Como elemento más destacable, este horno tiene una parrilla de 30 centímetros de grosor sobre la boca, que se conserva íntegramente. El sistema de sustentación de la parrilla se realiza a través de cuatro muretes laterales sobre los que se levantan los arcos que le sirven de apoyo. Tiene un peso de unos 41.000 kilos, lo que obligó a una compleja operación para su traslado al museo de la localidad.

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