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Jartum y Yuba ponen fin a las disputas por el cobro de las exportaciones de petróleo

El transporte, el procesamiento y el tránsito del crudo son los aspectos que los gobiernos sursudanés y sudanés han concretado

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Sudán y Sudán del Sur han puesto fin a las disputas sobre el cobro de las exportaciones de petróleo al acordar la reanudación de las exportaciones a través de Jartum, uno de los puntos clave para la normalización de las relaciones bilaterales, según ha desvelado el mediador de la Unión Africana (UA) y presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki.

   El transporte, el procesamiento y el tránsito del crudo son los aspectos que los gobiernos sursudanés y sudanés han concretado. Así pues, se desbloquea la producción de crudo por parte de Sudán del Sur, cuyo punto de fricción se encontraba en la cantidad a pagar por Yuba por el refinado y la posterior exportación del petróleo a través de las infraestructuras sudanesas.

   "Queda debatir los pasos para dilucidar cuándo deberán pedir a las compañías petrolíferas que se preparen para reanudar la producción y la exportación" de crudo, ha manifestado Mbeki, que no ha facilitado más detalles sobre el pacto. El reinicio del flujo conlleva hasta seis meses de preparativos, según fuentes del sector.


   Los yacimientos petrolíferos se encuentran en Sudán del Sur y, una parte de ellos, en la franja central de la frontera entre ambos países, cuyo dominio también está bajo disputa. El problema radica en que el Gobierno sursudanés no dispone de una red de refinerías para tratar el crudo y, a posteriori, exportarlo, de las que sí dispone Sudán.

   Jartum y Yuba están condenados a entenderse debido a la gran importancia de las exportaciones petrolíferas para sendas economías, que se han visto afectadas de forma significativa por la paralización de la producción, de unos 350.000 barriles diarios, desde enero debido a las profundas diferencias.

   Este jueves expiró el plazo dado a Sudán y Sudán del Sur por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para suscribir un acuerdo sobre la gestión del petróleo y la seguridad fronteriza. La ONU advirtió en abril que un fracaso de las negociaciones revertiría en sanciones para ambos países.

DOBLE RASERO

   Aunque en los últimos días, tanto Sudán del Sur como Sudán han tratado de acercar sus posturas, cediendo en varias de sus exigencias, el representante sursudanés en las negociaciones, Pagan Amum, ha reprobado este viernes las altas pretensiones de Jartum, en declaraciones anteriores a las de Mbeki confirmando el acuerdo en materia petrolífera.

   "Sudán ha intentado extorsionar, aprovechándose de que Sudán del Sur es un país sin acceso al mar", ha criticado Amum. Jartum "ha tratado de imponer unas tasas de tránsito realmente exorbitantes", ha apostillado en Adís Adeba, la capital de Etiopía y sede principal de la UA, donde se están celebrando las negociaciones.

   En este sentido, las últimas cifras barajadas indicaban que Yuba estaría dispuesto a pagar 9,10 y 7,26 dólares por barril (7,34 y 5,86 euros respectivamente) para exportar crudo a través de dos oleoductos que atraviesan Sudán, además de una compensación que ascendería a 3.200 millones de dólares (2.583 millones de euros) por la pérdida del control de la mayoría de las reservas petrolíferas de Sudán, ya que se encontraban bajo los nuevos dominios de Sudán del Sur.

   Asimismo, en la última semana, Jartum rebajó algo más de la mitad, 15 dólares (12,1 euros), el precio que exigía por barril. No en vano, Sudán ha reafirmado su intención de condicionar cualquier acuerdo sobre crudo a la implantación de un plan para garantizar la seguridad.

   "Cualquier pacto sobre crudo deberá estar sujeto a la implementación de un acuerdo completo y definitivo sobre los asuntos de seguridad", ha remarcado la delegación sudanesa, lo que cuestiona la validez del anuncio de Mbeki.

SIN ACUERDO EN SEGURIDAD FRONTERIZA

   Por contra, Yuba y Jartum han roto las conversaciones para finalizar los enfrentamientos en la frontera, en concreto en el sur del estado de Kordofán del Sur, donde se suceden los altercados entre las fuerzas de seguridad sudanesas y sursudanesas por el control de los yacimientos ricos en petróleo de la región de Abyei.

   Mbeki ha aseverado que el presidente de Sudán, Omar Hasan al Bashir, y su homólogo sursudanés, Salva Kiir, abordarán la coyuntura en Abyei el próximo mes después del Ramadán. "Ha habido un acuerdo entre las partes para que el asunto del estatus final de Abyei sea abordado en la próxima cumbre de presidentes" de la UA, ha precisado.

   Al respecto, Amum ha constatado que no han logrado pactar una zona desmilitarizada para mejorar la seguridad en la zona fronteriza y ha abogado por que sea la UA o la ONU la que imponga la solución.

   En palabras de Amum, esperan que la UA "recomiende que todas las áreas en disputa y reclamadas se transfieran a un árbitro internacional". Mbeki ha emplazado a las dos partes a que limen sus divergencias en la cuestión de seguridad y las restantes aún por solucionar antes del 22 de septiembre.

   Sudán, por su parte, que insiste en que la seguridad transfronteriza es la prioridad, ha acusado a Sudán del Sur de apoyar a los rebeldes de la región de Darfur y de Nilo Azul, también ubicados en las áreas limítrofes entre ambos países.

   Las relaciones bilaterales no han dejado de sufrir continuos altibajos desde que en julio del pasado año Sudán del Sur certificara su independencia en el marco de un acuerdo datado de 2005 que terminó con una larga guerra civil que acabó con la vida de varias decenas de miles de personas. De similares características, aquel tratado la disputada región de Abyei también contemplaba un referéndum de independencia, pero la ausencia de acuerdos en las condiciones de la votación ha echado por tierra dicha cita con las urnas.

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