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Sanlúcar

Denuncian una estafa a una anciana en el Banco Popular

La mujer creyó depositar 30 mil euros a plazo fjo pero se trataba de bonos convertibles. Uno de sus hijos ha iniciado en Sanlúcar una campaña para denunciar los hechos.

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  • Protesta ante el Banco Popular. -

“Quiero que por cada euro que perdió mi difunta madre por un consejo financiero negligente en una oficina del Banco Popular, esta entidad financiera pierda cien euros”. A su madre, Inés Sáez Gómez, fallecida el pasado 12 de mayo en Avilés, le hicieron perder unos 20.000 euros. “Creo que es justo que todo el mundo sepa qué pasó, que el Banco Popular pierda la confianza de sus clientes y éstos acaben sacando de esa institución al menos dos millones de euros”.

Con este argumento, uno de los cuatro hijos de Inés se pasó este viernes una hora delante de la sucursal del Banco Popular en la Calzada del Ejército de Sanlúcar de Barrameda con una pancarta-peto en la que se podía leer: “Pregúnteme qué le hizo el Banco Popular a mi difunta madre”. Es periodista, se llama José Manuel Cámara Sáez. Lleva viniendo a Sanlúcar desde hace 9 años. Se considera un sanluqueño más pese a que vive y trabaja en Vitoria. Por eso dice que quiere evitar que haya muchos más abuelos y abuelas que sigan creyendo que han hecho una buena inversión al confiar en el Banco Popular y ha iniciado en Sanlúcar una campaña que sus hermanos quieren extender al resto de ciudades en las que residen.

José Manuel dice que no tiene pruebas de que dicha práctica financiera que él estima “poco lícita” pueda estar realizándose en Andalucía, pero presentó a todo aquel que se lo pidió la documentación que acredita la pérdida de 20.000 euros de capital que sufrió su madre en 2009 al embarcarse sin saberlo en una inversión en los llamados bonos convertibles del Banco Popular .

ESTAFA

Hace tres años y medio, en una sucursal de esa entidad de Avilés le recomendaron a su madre invertir sus ahorros en esos bonos. En vida, Inés Sáez siempre les dijo a sus hijos que sus ahorros estaban a plazo fijo. Un mes antes de morir, Inés y su hija vieron en televisión un reportaje sobre las “acciones preferentes” que inventaron las cajas de ahorros en 2009 y han motivado numerosas protestas porque los inversores no pueden disponer del capital sin perder buena parte del mismo. Ante el temor de que Inés tuviese una inversión de ese tipo, su hija le pidió que fuese al Banco Popular para informarse. Una empleada le aseguró que podía estar tranquila, que todo estaba en orden, tal y como ella quería. No conforme con la explicación, la hija de Inés acudió al día siguiente a la misma oficina donde la misma persona le dijo lo mismo.

Inés Sáez, que habría cumplido 80 años en diciembre, perdió tres cuartas partes de una herencia en los años 70 durante la llamada “crisis del petróleo”, explica su hijo. Lo invirtió todo en acciones, por lo que prometió que jamás repetiría la experiencia. Los 30.000 euros que invirtió en 2009 en bonos convertibles del Banco Popular le iban a reportar un jugoso interés del 5 por ciento. Lo que no sabía es que si quería recuperar el dinero, no le darían esa cantidad sino su equivalente en acciones del Banco Popular. Murió en mayo sin saber que de aquellos 30.000 euros sólo le quedaban 10.000.
Los hijos de Inés Sáez Gómez piensan seguir con su campaña de denuncia en Euskadi y Asturias. José Manuel dice que no lo hacen por codicia. No se pensaban repartir ese dinero. Lo necesitan para un familiar dependiente. “Con esos 20.000 euros, -asegura José Manuel- “se paga algo más de un año de estancia en un centro tutelado”.

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