Al menos once personas han muerto y 40 han resultado heridas este jueves en la explosión de un coche bomba en una gasolinera de la capital siria, Damasco, según han informado activistas de la oposición.
La explosión se produjo cuando una multitud hacía cola para repostar en una gasolinera del barrio de Barzeh al Balad, una zona donde la mayoría suní se mezcla con otras minorías étnicas y religiosas.
"La gasolinera está siempre repleta de gente, incluso cuando no hay carburante. Hay mucha gente que pernocta allí esperando a los envíos de combustible de por la mañana temprano", ha declarado un activista bajo la condición de anonimato.
El Consejo Revolucionario en Damasco ha precisado que la explosión ha sido causada por "un coche trampa", sin que hayan, por el momento, indicios que esclarezcan la autoría del atentado.
La cadena semioficial, Al Ikbariya, ha mostrado imágenes de hasta diez cuerpos calcinados y de trabajadores de la ONG Media Luna Roja buscando víctimas en el lugar de la explosión.
Testigos presenciales han relatado que varias ambulancias han recogido los cadáveres calcinados y a las personas gravemente heridas, y camiones remolcadores han retirado los vehículos afectados.
El combustible se ha convertido en un bien escaso en Siria, que ha alcanzado ya los 21 meses de conflicto ininterrumpido. Según la ONU, más de 60.000 personas han muerto desde que comenzaron las movilizaciones contra el régimen de Bashar al Assad en marzo de 2011.