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La conexión Cesc-Alexis resultó letal

A falta de Messi y Xavi, el Barcelona debió echar mano de nuevas asociaciones para generar juego ofensivo, y encontró un dúo letal

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El Barcelona se sacó una fiesta de un partido que no prometía mucho y acabó goleando a un esforzado Mallorca (5-0), que no pudo contener a un rival que, sin Messi, sacó lo mejor de dos jugadores que no atravesaban su mejor momento, como son Cesc y Abibal, y se emocionó por la reaparición de Eric Abidal, que retornó al equipo en el segundo tiempo tras 13 meses inactivo.

A falta de Messi y Xavi, el Barcelona debió echar mano de nuevas asociaciones para generar juego ofensivo, y encontró un dúo letal, el formado por Cesc y Alexis, quienes marcaron los cinco goles, cuatro de ellos con participación directa de ambos.

El partido arrancó con el Mallorca como colista, después de la victoria del Depor, y aunque el equipo insular mostró lo mejor que podía ofrecer en ataque, estuvo muy poco acertado, igual que en defensa, donde se vio incapaz de neutralizar a la pareja de la noche, los goleadores Cesc y Alexis.

El partido estaba hecho para Iniesta, capitán del equipo, ante la ausencia del lesionado Messi y del descartado Xavi Hernández. El manchego no desentonó, en su nivel, pero destacó que fue él quien impuso el ritmo a sus compañeros de cómo se debía morder al rival. Dos robos de pelota en el centro del campo marcaron el listón que no debían bajar los suyos.

A pesar del buen partido de los azulgrana, el Mallorca tuvo buenos minutos, con llegadas peligrosas y algunos remates que inquietaron. El bueno tono en momentos obligó a alternancias en el control del partido.

Pero los malloquinistas no tuvieron continuidad. Hemed lo tuvo en una indecisión de la defensa azulgrana, pero el balón salió ligeramente alto. Giovanni, en el 19, centró con peligro, pero el balón se paseó por delante de la meta de Pinto.

El Barcelona, sin la elaboración que marcan Messi y Xavi, fue mucho más directo. Las bandas se activaban a la mínima y al Mallorca le llovía peligro por todas partes.

Dos de los jugadores con la autoestima más baja en el Barça (Cesc y Alexis), iban a vivir un cambio radial de estado de ánimo a partir del minuto 20, cuando en una pared virtuosa, Alexis hizo el último servicio a Cesc para que anotase en primer tanto (1-0). Dos minutos más tarde, fue Cesc que de fuerte disparo obligó a un rechace de Aouate, que recogió el chileno para marcar el segundo (2-0).

En el 27, los mallorquistas pidieron penalti en unas claras manos de Thiago tras un córner. La pólvora del equipo insular se acabó en un disparo del israelí Hemed, tras perder Montoya un balón en la frontal.

De lo mejor de Cesc y Alexis se pasó a dos clamoroso errores de los protagonistas de la noche, casi de forma consecutiva, cuando tuvieron sendas acciones para marcar, especialmente el chileno, que casi en la línea de gol no acabó de golpear bien, aunque reclamó penalti, que ninguno de sus compañeros secundó.

Después de este doble error, ambos lo enmendaron con dos sensacionales jugadas: en la primera, una nueva pared de Alexis con Cesc habilitó a éste para marcar el tercero de la noche (3-0). Más espectacular fue el pase del catalán al chileno en carrera, en el minuto 39, en el que Alexis hizo un control orientado para marcar su segundo tanto (4-0).

El segundo tiempo no pudo arrancar peor para un Mallorca que había realizado dos cambios para intentar lo imposible, ya que a los pocos segundos un pase preciso de Inesta encontró al goleador Cesc, quien recortó al defensa y colocó al palo corto (5-0).

El partido se le pudo haber complicado aún más cuando Hutton despejó el balón con la mano dentro del área, que al árbitro no vio, a pesar de que Tello protestó el penalti.

El Barça empezó a desacelerar cuando sacó a Iniesta para darle descanso de cara el partido de vuelta de los cuartos de final contra el PSG el próximo miércoles en el Camp Nou. En su lugar, entró Jonathan dos Santos, quien se encontró como oponente a su hermano Giovani.

En un partido que había bajado de tono, la emoción apareció cuando trece meses después Eric Abidal entró en el campo por Piqué, un momento que hizo que todo el Camp Nou se pusiera en pie para dar la bienvenida a su jugador, sometido a un trasplante de hígado, y que no jugaba al fútbol desde el 29 de febrero del 2012, cuando lo hizo con Francia en un partido en Alemania.

El Barcelona acabó con diez jugadores, después de que Alexis abandonase el campo en el minuto 40, cuando ya se habían realizado los tres cambios, con problemas musculares.

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