Lajdar Brahimi desea renovar su mandato como mediador internacional para Siria, pero únicamente en calidad de enviado especial de Naciones Unidas y sin mantener el cargo de enviado especial de la Liga Árabe, por considerar que el apoyo expreso de este organismo a la oposición siria está afectando a la neutralidad de su misión y, por tanto, sovacando su trabajo, según han informado a Reuters fuentes diplomáticas de la ONU.
"El representante especial conjunto (de ambos organismos) tiene la sensación de que el enfoque de la Liga Árabe dificulta el cumplimiento de su mandato", han indicado las citadas fuentes bajo condición de anonimato. "A su juicio, lo mejor sería que solo estuviera vinculado con Naciones Unidas a fin de garantizar su seguridad", han añadido.
Otras fuentes de la ONU han confirmado estas informaciones. En las últimas semanas han surgido rumores sobre la posibilidad de que Brahimi presente su dimisión, pero las citadas fuentes han precisado que su principal objetivo es seguir implicado en los esfuerzos por la paz en Siria únicamente bajo la égida de Naciones Unidas, una organización para la que trabaja desde hace décadas. Brahimi presentará un nuevo informe sobre Siria ante el Consejo de Seguridad de la ONU el próximo viernes.
La Liga Árabe ha expulsado al régimen sirio de Bashar al Assad y el pasado mes de marzo invitó al presidente de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), Moaz al Jatib, y al primer ministro del Gobierno interino opositor, Ghassan Hitto, a asistir a su cumbre en representación de Siria.
La CNFORS, reconocida por la Liga Árabe como representante exclusiva de Siria, abrió en marzo su primera embajada en Qatar. A principios de abril, el presidente sirio, Bashar al Assad, declaró que "la Liga Árabe carece por sí misma de legitimidad".
