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El Príncipe dice que la "utopía" de Don Quijote es también esperanza para hoy

Don Felipe y doña Letizia han presidido en el Palacio Real el almuerzo anual que se ofrece al mundo de las letras con motivo de la entrega del Premio Cervantes

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  • Recepción en el Palacio Real -

El Príncipe de Asturias ha destacado hoy la pervivencia de Cervantes, cuya obra tiene un "sentido" que reaparece "en las circunstancias que vivimos" y que se ve en Don Quijote, atrapado por una "utopía" que, ha dicho, también es "una esperanza que debe ser vivida como bandera y norma de conducta".

Don Felipe y doña Letizia han presidido en el Palacio Real el almuerzo anual que se ofrece al mundo de las letras con motivo de la entrega del Premio Cervantes, en esta ocasión concedido al escritor gaditano José Manuel Caballero Bonald, quien ha acudido a la cita acompañado de su esposa, Pepa Ramis, y de dos de sus hijos.

Ante el centenar de invitados -escritores, poetas, académicos, editores- el Príncipe ha aludido al valor de la obra de Miguel de Cervantes, puesto que "toda la literatura anterior al Quijote está compendiada y renace en él" y ha enfatizado el hecho "sorprendente" de que sus ideas y sentimientos sigan dando lecciones y "estímulos".

Porque el ingenioso hidalgo inventado por Cervantes "no era un trastornado, víctima de los desvaríos de sus lecturas" sino, como afirma el propio Caballero Bonald, "un iluminado que recorre el mundo sublimando el sentido de su lucha por un ideal: hacer justicia, proteger al desvalido, amoldar su vida al pensamiento".

"En definitiva, por una utopía, sí -ha proseguido don Felipe en su discurso- pero también por una esperanza que debe ser vivida como bandera y norma de conducta".

Por segundo año consecutivo, y debido a motivos de salud del Rey, que se recupera de su operación de doble hernia discal, han sido los Príncipes de Asturias quienes han presidido el almuerzo que se celebra en el Palacio Real en vísperas de la entrega del Premio Cervantes, que tendrá lugar mañana en la Universidad de Alcalá.

José Manuel Caballero Bonald y su esposa han llegado al almuerzo desde el Palacio de la Zarzuela, donde habían sido recibidos por los Reyes en el despacho del Monarca, y han sido los primeros en saludar en la saleta Gasparini a don Felipe y doña Letizia, posando seguidamente junto a ellos para los medios de comunicación.

Ya en el comedor de gala, el Príncipe de Asturias ha pronunciado unas palabras para recordar el "retorno primaveral de Miguel de Cervantes", esperado "con la convicción de que él nos trae algo nuevo", ha apuntado, para toda la familia de hispanoablantes, "en todo el territorio de la Mancha, a uno y otro lado del océano".

Tras evocar el axioma que dice que "todo está en Cervantes", el Heredero de la Corona ha hecho notar que toda la literatura "pasada, presente o futura", está concentrada en el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y ello "sin que se cierre el tiempo de su vitalidad creativa".

El reencuentro con Cervantes y con el Quijote, ha añadido, "alumbra siempre nuevas ideas y provoca nuevos sentimientos" y por ello cada vez que se retorna al autor "sentido y sentimiento reaparecen vinculados a la circunstancia que vivimos" y ahí él ve un "tiempo de esperanza" más allá de la utopía del caballero andante.

Y hablando de caballeros, ha recordado cómo el autor distinguido con el máximo galardón de las letras hispánicas, Pepe Caballero, es también el Caballero de Argónida, "ese territorio para él sagrado porque le resulta vital y estéticamente fecundo", del cual nacen muchos de sus escritos.

Este Caballero de Argónida será mañana nombrado Caballero de la Mancha en Alcalá de Henares, ha recordado el Príncipe de Asturias, por obra de un Premio Cervantes que le llega a los 86 años por toda una vida dedicada a la literatura, muy especialmente a la poesía, perteneciente a la generación poética del 50.

Hablará el escritor en su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de la faceta poética de Miguel de Cervantes, porque como ha advertido don Felipe "es el extraordinario aliento poético que anima las escrituras cervantinas lo que genera su inextinguible fecundidad de sentido y de sentimiento".

En la mesa, además del premiado y su familia, se han sentado el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y un nutrido grupo de escritores, entre ellos antecesores en el galardón, como Mario Vargas Llosa, Antonio Gamoneda o Ana María Matute, en silla de ruedas y con quien los príncipes se han mostrado especialmente cariñosos en la línea de saludos previa al almuerzo.

También estaban el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, el de la Real Academia de la Lengua, José Manuel Blecua, el vicepresidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Luis Barreras y varios editores, como Carmen Balcells, que también ha acudido en silla de ruedas.

Académicos como Gregorio Salvador, el poeta Pere Gimferrer, la escritora Soledad Puértolas, o los periodistas Juan Luis Cebrián y Luis María Ansón, han sido igualmente invitados, sin faltar autores como Rosa Montero, Félix Grande, Juan Cruz, Luis Mateo Díez, Juanjo Armas Marcelo, Fernando Sánchez Dragó o Vicente Molina Foix, entre otros.

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