La Diputación Provincial de Almería se ha comprometido con el Ayuntamiento de Zurgena a colaborar en la reparación y estabilización del Cerro de las Lomas y ha instado a la Junta de Andalucía a sumarse a este proyecto que pretende poner fin a los desprendimientos que se han ocasionado en el casco urbano.
Así lo ha trasladado el presidente de Diputación, Gabriel Amat, tras el último encuentro que ha mantenido con el alcalde zurgenero, Francisco Ramos, para abordar este problema que mantiene a dos familias del municipio desalojadas por riesgo de desprendimientos sobre sus viviendas.
En un comunicado, Amat ha considerado "necesario" el apoyo de instituciones como la Junta de Andalucía para lograr poner fin a esta "desgracia natural" que se ha producido a causa de las intensas lluvias que han azotado tanto Zurgena como la comarca del Levante almeriense.
"Desde el Ayuntamiento han realizado un gran esfuerzo e incontables gestiones para poner fin a este problema. Pero la geología no es una ciencia exacta y no se puede controlar el tipo de materiales que componen el cerro, que en su mayoría son areniscas, tierras arcillosas, y vetas de yeso que se superponen, hacen que las filtraciones de agua a causa de las lluvias provoquen desprendimientos", ha explicado.
Asimismo, Amat ha detallado que el Ayuntamiento ya ha ejecutado trabajos presupuestados por más de 300.000 euros y que desde un principio ha contado con el apoyo técnico de la Institución Provincial y del Subdelegado, Andrés García Lorca, quienes han asesorado al Consistorio para la solicitud de Ayudas de Emergencia a la Dirección General de Protección Civil en Madrid.
"Nosotros hemos estado al lado de Zurgena desde un principio, pero este problema requiere un compromiso firme de todas las administraciones. Nosotros vamos a realizar una aportación, pero creemos que la Junta debe sumarse", ha concluido.
Los desprendimientos en un cerro próximo al núcleo urbano de Zurgena obligaron en noviembre de 2012 al desalojo de siete viviendas, por lo un total de 14 personas tuvieron que ser desalojadas de sus domicilios ante el "riesgo grave e inminente" de derrumbe por la caída de gran cantidad de tierra y rocas. A día de hoy, dos de estas familias permanecen fuera de sus viviendas, ubicadas en la calle 19 de octubre.
