La empresa Hammam Al Ándalus ha inaugurado este miércoles el primer centro de baños árabes de Málaga capital, una apuesta por el turismo de salud en pleno centro histórico, en la que sus propietarios han invertido más de cinco millones de euros y cuyo proyecto comenzó hace 11 años.
Los nuevos baños, situados en la plaza de los Mártires, muy cerca de uno de los vestigios de la muralla árabe que hay en el centro histórico, se inspiran en el estilo nazarí más evolucionado para deleite de sus visitantes, ya sean turistas deseosos de conocer la historia de la ciudad o residentes buscando tranquilidad y sosiego para romper su rutina diaria.
El acto de inauguración de Hamman Al Ándalus Málaga, el cuarto establecimiento de la cadena, ha sido presidido por el alcalde, Francisco de la Torre, y ha contado con la presencia de numerosas personalidades del mundo de la cultura y el sector turístico de Málaga, así como con la del gerente del establecimiento, Antonio Rivadeneyra; la directora artística del grupo, María Jesús García Trejo, y el presidente del grupo, José María García Córdoba.
Rivadeneyra ha explicado que "estos nuevos baños se ponen a la vanguardia tecnológica en términos de sostenibilidad y eficiencia energética, ofreciendo en la capital de la Costa del Sol, un nuevo oasis donde el visitante podrá sumergirse en la historia y en el pasado árabe de la ciudad".
"La premisa fundamental de Hamman al Ándalus es la de ofrecer a sus clientes un baño ambientado en los antiguos baños públicos que durante siglos existieron por todo el reino de Al Ándalus", ha añadido el gerente.
De la Torre, por su parte, ha señalado que "es una buena noticia para la ciudad que este establecimiento abra sus puertas en el corazón de la Málaga nazarí, para disfrute de malagueños y turistas", porque ha continuado, "es un equipamiento que tiene gran capacidad de atracción que se suma a otros que ya tiene Málaga, y que van sumando motivos para venir a la ciudad, y para estar más tiempo en ella".
El primer edil ha deseado "buen éxito" a los baños árabes, al tiempo que ha manifestado que "es inversión importante, hecha con mucho cuidado arquitectónico y de ambientación, y creo que está muy bien desarrollado desde el punto de vista de coger el calor del suelo mediante la geotermia, pero sobre todo quiero destacar el equipamiento cultural y turístico que supone para la ciudad".
"Pretendemos ser un referente en Málaga de ocio experiencial; estos baños son una experiencia relacionada con la historia, jugamos con los cinco sentidos porque tenemos diferentes elementos que estimulan y recuerdan a ciertas cosas, basándonos en los sentidos", ha señalado el gerente del centro.
La directora artística, por su parte, ha indicado que "ante todo nuestro Hammam es un edificio pensado; es un baño público de tiempos de Ál Andalus, que se plantea desde un concepto ambivalente: el baño palatino nazarí, con salas propias del esplendor de aquella época y el concepto de casa de baños", al tiempo que ha comentado que "hemos intentado hacer que conviva el esplendor histórico con la hospitalidad, ya que ambos conceptos son esenciales para nosotros".
VISITA CON LOS CINCO SENTIDOS
Durante el acto de inauguración, los asistentes han realizado una visita guiada por el establecimiento, en la que un anfitrión, un músico, bañistas, jugadores de ajedrez dentro de las termas y té en la sala de relajación, han dado vida al 'hammam', haciéndoles vivir el recorrido con los cinco sentidos
Las instalaciones de los baños árabes de Málaga, de cerca de 1.300 metros cuadrados, son también "un ejemplo de innovación en eficiencia energética", ya que, según ha explicado el gerente, cuenta con 16 pozos excavados a 150 metros de profundidad, que forman un circuito geotérmico de última generación, aprovechando la energía de la tierra y produciendo el calor y el frío necesarios para mantener la temperatura de las cinco termas y del conjunto de los baños.
El nuevo Hammam Al Ándalus Málaga es el resultado de la experiencia acumulada por la empresa desde hace 15 años, cuando abrió sus puertas el primer baño en Granada capital, a los pies de la Alhambra. A éste le siguió Córdoba, junto a la Mezquita Catedral, y poco después Madrid, en la calle Atocha, cerca de la plaza Mayor.
En la construcción de los baños ha destacado el proyecto del arquitecto malagueño Moisés Gómez; el de decoración, con el asesor Antonio García y la decoradora María Jesús García, y el energético. Entre los materiales empleado, resaltan la madera, el mármol, los azulejos, el estuco, y las tallas.
El proyecto del 'hammam' de Málaga comenzó hace 11 años. Lleva una inversión acumulada de cinco millones de euros y está formado por una superficie de 1.300 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, con cinco termas --una caliente, una templada, dos frías y una de reposo--.
Se compone de siete estancias, incluyendo el baño de vapor, vestuarios, salas de masaje y piedras calientes y tiene capacidad para recibir mensualmente a más de 15.000 bañistas.