El tiempo en: Arcos

Jerez

¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai

Cuando  uno era un chaval, que ya ha transcurrido tiempo, le decían aquello de ¿quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? Sí, contestabas. Te digo que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa. Así una y otra vez e íbamos echando fuera las tardes de invierno en las que era imposible irse a jugar con el balón en la calle. Pues eso es lo que me parece a mí que se está contando con el tema de la llegada de los mallorquines al Xerez. Los mallorquines, con Kiko Joya como portavoz, han llegado para apoyar a Paco Higuera, para traerle a unos jugadores que le den sostén al equipo y que le permita permanecer en Tercera División, a expensas de ese recurso administrativo para volver a Segunda División B que también se está convirtiendo en el cuento de nunca jamás, a no ser que se esté esperando a final de temporada para ver dónde queda el equipo y quién está al frente de la sociedad anónima deportiva.
Una cosa es apoyar deportivamente, porque se tiene confianza en los jugadores que se ponen el mercado y puede haber negocio finalmente, y otra muy distinta entrar en el accionariado de un club que lleva incumpliendo desde el año 2012 y de forma sistemática el concurso de acreedores; de un club que tiene una deuda de cerca de 20 millones de euros; de un club que tiene que sentarse a dialogar con Hacienda para alcanzar un acuerdo sobre la deuda existente y, sobre todo, sobre los impagos que ha habido en los últimos meses; de un club que se tiene que sentar a hablar con la Seguridad Social sobre los impagos y sobre los impagos de lo aplazado y de un club que en 2015 tiene que atender a los acreedores ordinarios y que no tiene ni para pipas, por aquello de seguir el guión del cuento. Nadie en su sano juicio entra a comprar un accionariado en estas condiciones, sobre todo cuando evidentemente sobre los consejeros puede recaer una derivación de responsabilidades que no se sabe qué camino puede tomar. Además, en las últimas horas se ha producido un hecho que, al menos, pone en cuarentena el futuro de la sociedad anónima deportiva xerecista, ya que el juzgado de lo mercantil de Elche explica, en un edicto fechado el pasado 14 de enero y que publicó el Boletín Oficial del Estado el pasado día 25, que en dicho juzgado se tiene por solicitada la liquidación del Orihuela y deja sin efecto el convenio alcanzado entre el club y sus acreedores para saldar las deudas pendientes, con lo que decreta la reapertura del proceso concursal. El juez pretende reponer al administrador fijado por Lo Mercantil para dirigir los destinos del equipo escorpión, actualmente en manos de la gestora que preside Antonio Felices, a la que suspende en sus facultades de administración del patrimonio de la entidad. Asimismo sigue adelante en el proceso para disolver la sociedad y el cese de sus actuales administradores,que serán sustituidos por la administración concursal, y les requiere la documentación de cuantas operaciones se hayan realizado desde la aprobación del convenio con los acreedores y que afecten al inventario de bienes para su actualización.     
Es decir, con todo eso, y algo más, por delante, con una afición que se ha llevado su sentimiento a otra parte en un buen número, con unas instituciones que  miran hacia otro lado y con un patrimonio tan nulo, tan nulo en el que ni siquiera hay ya camillas, porque todo lo que había de algún valor se ha vendido, no parece probable que nadie, absolutamente nadie, se meta en este tinglado, a no ser que haya muchos millones de euros de por medio, que parece que no es el caso que nos ocupa y preocupa.
El trasvase accionarial no se va a producir, porque obviamente estos mallorquines no le van a dar un euro a Energy. Una cosa es que Ricardo, sabiendo que seguir aquí le resulta cada vez más complicado, dé un paso al lado y deje gestionar a este grupo el tema deportivo, es decir que se atiendan a los árbitros, que se tengan unas bases para entrenar e, incluso, que en un momento determinado se puedan sentar con el Ayuntamiento para pedir La Juventud o Chapín o que les dejen poner publicidad. Esa es una cosa muy distinta a lo que se puede ir vendiendo de compra de acciones. Nadie pueda comprarle a Energy las acciones sin un plan de viabilidad que pasa solo y exclusivamente por una millonaria ampliación de capital. Todo lo que se diga, se escriba, se vocifere por ahí es contar el cuento de la buena pipa, que nunca se dice y nunca se acaba.
Lo único sensato, dentro de las insensateces que se están produciendo en el seno de este club, lo dijo días pasados Ricardo, no sé si queriendo o sin querer. Se trata, expuso, de terminar la temporada de la mejor forma deportiva posible y, a partir de ahí, hay que estudiar la situación y por dónde pasa el futuro. El futuro, si este club tiene futuro,  pasa por esa ampliación de capital, por esos acuerdos con Hacienda, Seguridad Social y con los propios acreedores ordinarios, por sentarse ante los aficionados, los que están y los que pueden estar en sus casas, y exponerle con claridad los hechos; pasa por celebrar una junta general de accionistas, que ahí también la sociedad está incurriendo en incumplimientos gravísimos, y decir la situación tal y como está y si viene alguien tendrá que demostrar fehacientemente que hay músculo económico para afrontar esta auténtica aventura. Lo de los mallorquines está muy bien, para eso, para terminar de la mejor manera posible la campaña y ver el futuro, pero nada más.  Energy no se va porque nadie le va a comprar las acciones. Se diga lo que se diga  

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN