El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado hoy presentar recurso de inconstitucionalidad contra el real decreto de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia.
En concreto, la Junta impugnará cinco disposiciones del decreto de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia, al considerar que dejan sin contenido competencias autonómicas sobre horarios comerciales, además de suponer un perjuicio para las pymes del sector en Andalucía.
Los artículos que se recurrirán obligan a las comunidades autónomas a declarar obligatoriamente nuevas ciudades con Zonas de Gran Afluencia Turística a efectos de horarios comerciales, aunque no lo hayan solicitado y rebajando los criterios que deben cumplir.
En el caso de Andalucía, las poblaciones "afectadas" son Jerez, Almería y Marbella, que se sumarían a las cuatro que se declararon por imposición del anterior decreto, también recurrido por la Junta: Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada.
Los preceptos que se recurrirán modifican diversos preceptos de la Ley de Horarios Comerciales para introducir un alto grado de concreción en su regulación y, según la Junta, este nivel de detalle, que "sólo se justifica en el caso de competencias estatales exclusivas y directas", supone una "extralimitación que deja sin margen" a la comunidad para determinar el régimen de apertura de los establecimientos comerciales.
Además de la invasión de competencias, la Junta también advierte de la posible vulneración del artículo 86.1 de la Constitución por el uso "abusivo, arbitrario e inadecuado" del instrumento del Real Decreto Ley.
El recurso autorizado hoy se suma al ya interpuesto y aceptado a trámite por el Tribunal Constitucional, por los mismos motivos, contra otra norma similar de regulación estatal de horarios y rebajas comerciales: el real decreto de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad.
La Junta considera que tanto en esta norma como en la que ahora se recurrirá perjudican al comercio minorista, que no puede hacer frente a la capacidad de las grandes superficies.