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Las explicaciones de Zapatero no acaban con el escepticismo parlamentario

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advierte signos de esperanza para la economía pese a que el líder del PP, Mariano Rajoy, le augura que puede ir hacia el ?abismo? y a que el resto de grupos es escéptico ante la hipotética mejora económica y ante la remodelación ministerial.

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  • El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sesión de control al Ejecutivo celebrada ayer. -
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advierte signos de esperanza para la economía pese a que el líder del PP, Mariano Rajoy, le augura que puede ir hacia el “abismo” y a que el resto de grupos es escéptico ante la hipotética mejora económica y ante la remodelación ministerial. 

La sesión del Pleno de la Cámara en la que Zapatero informó ayer de los motivos de sus cambios en el Gobierno derivó en un debate sobre la situación económica que fue seguido por vez primera desde el banco azul por los nuevos ministros, a excepción de la titular de Cultura, Ángeles González Sinde, debido a que se encuentra de viaje oficial en Lisboa. 

La lucha contra la crisis y acelerar las medidas contra ella ha sido el motivo principal de ese cambio, según ha reiterado Zapatero. 

En esa tesitura, y pese al reconocimiento de que aún se está en una fase aguda de la crisis, el presidente ha vislumbrado datos positivos y ha avanzado, en medio de las dudas de los grupos de oposición, que las cifras de paro y empleo van a tener un “color más llevadero en los próximos meses”. 

Ha ofrecido datos concretos de lo que han supuesto ya algunas de las medidas acordadas, como que el Fondo Estatal de Inversión Local ha transferido hasta el 15 de abril 1.877 millones de euros a casi 5.000 municipios y ha ocupado a 155.000 trabajadores, de los que 57.000 son nuevos contratados. 

También ha informado de que el Fondo Especial del Estado para la Dinamización de la Economía y el Empleo ya ha licitado actuaciones por valor del 75% de los 3.000 millones con los que está dotado, y ha incidido en la solvencia de las cuentas de la Seguridad Social avanzando que, en estos momentos, registra un saldo de 20.000 millones de euros. 

El Ministerio de Economía, según Zapatero, está estudiando igualmente dar un “horizonte más amplio” a la moratoria en el pago de la cuota de las hipotecas para los desempleados. 

Frente a todo ello, Rajoy ha advertido al presidente del Gobierno que si “porfía en los errores”, la economía española “irá al abismo”. 

Se ha preguntado si “van a cambiar las cosas” con los nuevos nombramientos y gracias a “esas lindas vaguedades poéticas” del “nuevo impulso o nuevo ritmo” y ha pedido a Zapatero que estudie propuestas del PP como la que considera que ha asumido ya con la puesta en marcha de una línea ICO de 3.000 millones de euros para que los ayuntamientos liquiden sus deudas con las pymes. 

Tras acusarle de improvisación en la formación de su nuevo Gobierno, le ha criticado la falta de experiencia de ministros como Elena Salgado o José Blanco. 

Eso ha llevado a Zapatero a defender a ambos, a pedir a Rajoy que no dé lecciones porque aún le quedan muchas asignaturas por aprobar en democracia y a resumir en un verso de Cervantes su trayectoria al frente de varios Ministerios del Gobierno de José María Aznar: “Fuese y no hubo nada”. 

A él se ha dirigido también para recordarle que “tras sus posiciones entusiastas” a favor del gobernador del Banco de España, antes dijeron que Miguel Ángel Ordóñez se iba a cargar la independencia de esta institución. 

Rajoy ha lanzado a Zapatero la advertencia de que, si sigue así, pronto será el jefe de la oposición, mientras que el portavoz socialista, José Antonio Alonso, ha pronosticado al líder del PP que si continúa con mensajes catastrofistas nunca ganará elecciones y se convertirá en “un chiste de político”. 

Por su parte, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ha acusado al Gobierno de improvisación y de ofrecer “más de lo mismo”. 

Especialmente significativo ha sido el duelo dialéctico entre Zapatero y el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ya que ante sus duros reproches a la política económica del Gobierno y ante su aseveración de que ya nadie se cree al jefe del Ejecutivo, éste ha interpretado que todo ello es consecuencia del cambio en el País Vasco y ha calificado esas críticas de “tontorronas”. 

Las fuerzas de izquierda representadas en el grupo de ERC-IU-ICV han expresado en boca de Joan Ridao, Gaspar Llamazares y Joan Herrera, respectivamente, su escepticismo respecto a la eficacia de los cambios emprendidos en su Gabinete y le han emplazado a pilotar un verdadero cambio de rumbo. 

Los portavoces de los partidos integrados en el grupo mixto han considerado que la remodelación del Gobierno “se ha quedado coja”, aunque algunos, como los del BNG, UPN o CC, han tendido la mano al Ejecutivo para llegar a acuerdos.

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