La plantilla de Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), la sociedad que gestiona los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, ha celebrado este martes una asamblea de trabajadores saldada con el acuerdo de realizar concentraciones ante el consulado de Estados Unidos en Sevilla y la Subdelegación del Gobierno los días 13 y 20 de febrero, respectivamente, según ha informado a Europa Press José Armando Rodríguez (UGT), presidente del comité de empresa de VBR.
Las nuevas concentraciones coinciden con el reciente movimiento de Estados Unidos, que ha solicitado a España el uso de la base aérea de Morón de la Frontera, cuyo uso comparten ambos países, como cuartel permanente para sus fuerzas de respuesta ante posibles conflictos en África. Los trabajadores, dado el caso, reclaman que dicho aspecto se traduzca en contraprestaciones en materia de empleo.
Y es que recientemente, el hotel Los Lebreros de Sevilla capital acogía ya una reunión entre los representantes de la plantilla de los servicios civiles de la base aérea y una delegación de Vectrus, una empresa nacida de Exelis Systems Corporación (filial a su vez de ITT Corporation) y adjudicataria del nuevo contrato promovido por las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa (Usafe por sus siglas en inglés), para la gestión de tales servicios.
Porque el próximo 27 de marzo, Vectrus relevará a Vinnell-Brown & Root Spain en la gestión de los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera. "Fue una presentación muy genérica y no quisieron confirmar ni desmentir nuevos despidos", se ha encogido de hombros José Armando Rodríguez, toda vez que VBR, la empresa saliente, ha consumado tres expedientes de regulación de empleo (ERE) con 240 despidos desde que hace varios años desembarcase en la gestión de los servicios de esta estratégica base militar.
EL CONFLICTO DE LA BASE
Como muestran las hemerotecas, la empresa gestora de los servicios civiles de estas instalaciones militares ya promovió a finales de 2010 un primer expediente de regulación de empleo "por causas organizativas", para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a tales servicios. Durante la negociación, la compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de despidos, pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla.
Ya en 2013, un año en el que Estados Unidos decidió ampliar su presencia militar en la base de Morón de la Frontera con el despliegue de 500 infantes de marina y ocho aeronaves, la empresa promovió un nuevo ERE. En esta ocasión no medió acuerdo alguno y en septiembre, 'VBR' consumó el despido de otros 66 trabajadores, toda vez que pocos meses después, Estados Unidos ampliaba aún más su presencia militar en Morón para sumar 850 infantes de marina y 17 aeronaves en estas instalaciones.
EL TERCER ERE
Los trabajadores de la base, en ese sentido, avisaban de una estrategia predeterminada para reducir la plantilla española de las instalaciones castrenses y sustituir así a los empleados españoles por personal estadounidenses o directamente marines. Ya entonces, los representantes de la plantilla manifestaban su temor ante la posibilidad de que VBR promoviese un tercer ERE, como así fue, para que los despidos colectivos se acercasen al número de puestos de empleo que la empresa pretendía extinguir a través del primer expediente de regulación de empleo, es decir 286.