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Córdoba

Admiten a trámite tres querellas sobre las muertes de dos mujeres y un varón con 'klebsiella'

Las querellas, junto con las que también se presentaron reclamaciones de indemnizaciones por daños y perjuicios, se dirigen contra "determinados responsables de la Unidad de Enfermedades Infecciosas"

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Los juzgados de Instrucción número 2 y 7 de Córdoba han admitido a trámite un total de tres querellas, concretamente las tres últimas presentadas de seis, sobre las muertes de dos mujeres de 63 y 76 años y un varón de 49 años de edad, después de que supuestamente fallecieron como "consecuencia del tratamiento recibido" cuando estuvieron ingresados en el Hospital Reina Sofía de la capital cordobesa, donde "se infectaron de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', además de otras".

   Según recogen los distintos autos judiciales, a los que ha tenido acceso Europa Press, el juez del Juzgado de Instrucción número 2 y la magistrada del número 7 acuerdan iniciar las diligencias previas y solicitan distintos informes sobre protocolo de actuación ante dicha bacteria por parte del citado hospital, entre otros documentos.

   Igualmente, piden informes del Instituto de Medicina Legal para determinar las causas de los fallecimientos y "la posible existencia de negligencia médica", dado que, según se apunta en uno de los autos, los hechos pueden ser constitutivos de un delito de imprudencia profesional. Cabe destacar que las otras tres querellas iniciales sobre estos casos también fueron admitidas a trámite.

   Las querellas, junto con las que también se presentaron reclamaciones de indemnizaciones por daños y perjuicios, se dirigen contra "determinados responsables de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del citado centro hospitalario, contra el jefe del Servicio de Prevención y contra el antiguo director gerente en el momento de ocurrir los hechos, el actual director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Manuel Aranda".

   En concreto, la cuarta querella admitida a trámite corresponde al caso de una mujer de 63 años que murió en el Hospital Reina Sofía en agosto de 2013, como "consecuencia directa del tratamiento dispensado por personal de dicho organismo, así como por los nulos sistemas efectivos para la prevención y evitación de infección de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae multirresistente', y, además, 'Staphyloccocus epidermidis' y 'Proteus vulgaris', junto con el previo mal tratamiento recibido".

   Según expusieron desde la familia y el abogado defensor, Federico Medina, la fallecida tenía diagnosticado desde 2001 cáncer de mama, "del que estaba recuperada", hasta que el 8 de julio de 2013 acudió al Servicio de Urgencias del hospital "aquejada de un fuerte dolor abdominal localizado en la parte baja del lado izquierdo del abdomen, y presentando, según consta documentalmente, fiebre alta de 38,5 grados desde el día anterior a su ingreso".

LAS OPERACIONES

   Al respecto, los facultativos le diagnosticaron "dolor abdominal inespecífico" y "le dieron el alta". Posteriormente, "después de nueve días de espera, y mera contemplación por parte del Servicio de Cirugía General", la paciente fue intervenida quirúrgicamente, porque ya llegaron al diagnóstico, "totalmente previsible y evitable, de perforación intestinal y estado peritonítico grave".

   Tras ello, se sucedió "una secuencia de complicaciones", donde "se infectó de la bacteria 'Klebsiella Peneumoniae biotipo'", dado su estado de salud en un momento de "equilibrio inestable de la misma". La mujer fue reintervenida en cuatro ocasiones más, hasta el 11 de agosto de 2013, y a tal efecto, consideran que resultó "infectada, en alguna de dichas intervenciones, seguramente en la primera de ellas, en la fase de reanimación o cuidados intensivos".

   En definitiva, resaltan que la evolución de la mujer a partir de la infección por la bacteria 'klebsiella' "no tiene más final que la muerte", que se produce, no obstante, después de "una intensa lucha por superarla", en fecha 17 de agosto de 2013, "consecuencia directa causa efecto del tratamiento recibido y, a la vez, de la referida infección".

   En este sentido, creen que los hechos relatados, "sin perjuicio de una mejor calificación", pudieran constituir un delito de homicidio imprudente y han pedido una serie de diligencias de investigación como el interrogatorio de responsables del hospital, que "habrán de ser citados en calidad de imputados".

   Asimismo, el letrado ha solicitado que declaren sus clientes y perjudicados, además de una serie de pruebas documentales como los protocolos personalizados de vigilancia y control de las infecciones, entre ellas la 'Klebsiella Pneumoniae multirresistente', entre otras diligencias.

EXHUMACIÓN DEL CADÁVER

   Por otra parte, la quinta querella corresponde al caso de una mujer de 76 años de edad que murió en el hospital en abril de 2014, tras ingresar un mes antes y donde supuestamente "se infectó de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', junto a otras cinco más".

   Desde la familia y el abogado apuntaron que la infección por la citada bacteria, junto con las otras cinco, hizo que la mujer "empeorara progresivamente de las dolencias que padecía y que también se derivaron en parte del mal tratamiento recibido, junto con la falta de protocolo de vigilancia y control hospitalario de dicha bacteria y finalmente produjo su muerte el 10 de abril de 2014", después de que ingresó el 17 de marzo por una intervención "programada" para sustituirle una válvula coronaria, dado que presentaba "dolencias de tipo cardíaco".

   También, detallaron que una vez fallecida, el día 10 de abril de 2014, "fue bajado su cadáver a la morgue del hospital, si bien el personal responsable de la misma, ni en el traslado, ni una vez en dicho lugar, no permiten que sea reconocida por sus familiares", al tiempo que "los restos son introducidos en el ataúd igualmente sin poder ser reconocidos por impedírselo el personal responsable de la funeraria, por lo que finalmente los familiares no tienen ningún dato fidedigno, salvo lo que expresa la funeraria, de que los restos están en dicho ataúd".

   Así, creen que los hechos relatados, "sin perjuicio de una mejor calificación", pudieran constituir un delito de homicidio imprudente y piden una serie de diligencias de investigación, entre ellas la autorización de la exhumación del cadáver, para que "se compruebe a través de las correspondientes prueba de examen, incluso de ADN si no puede realizarse su reconocimiento de otra forma, que los mismos corresponden efectivamente a dicha difunta, toda vez incluso que ya ha transcurrido un año de su sepultura y no existe obstáculo alguno que lo impida".

TRATAMIENTO DE ONCOLOGÍA

   En cuanto a las sexta querella, hace referencia a la muerte de un varón, de 49 años de edad, que también "se infectó" con la denominada bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', según informaron desde la familia y el letrado, que apuntaron que estuvo ingresado en el hospital "en diversas ocasiones para tratamiento de oncología en el periodo comprendido entre el 26 de marzo y el 16 de abril de 2014, día en que falleció".

   Al hilo de ello, indicaron que el fallecido "se infectó de la bacteria 'Klebsiella Pneumoniae', además de otras, que hizo que empeorara progresivamente de las dolencias que padecía", y ello, "junto con la falta de protocolo de vigilancia y control hospitalario de dicha bacteria", al final "produjo su muerte", según indicaron.

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