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Pou cree que hoy más que nunca el hombre "sólo sabe que no sabe nada"

Pou reflexiona sobre la ciudadanía en el siglo XXI y piensa que "no sabemos qué está pasando; no sabemos en manos de quien estamos y aún de los más cercanos, que son nuestros propios gobernantes, tampoco sabemos que es lo que se está tejiendo"

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El actor José María Pou, que estos días da vida a Sócrates en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, considera que hoy más que nunca cobra sentido el pensamiento del gran filósofo griego, ya que el hombre actual "sólo sabe que no sabe nada" al desconocer quién decide su destino.

Pou reflexiona sobre la ciudadanía en el siglo XXI y piensa que "no sabemos qué está pasando; no sabemos en manos de quien estamos y aún de los más cercanos, que son nuestros propios gobernantes, tampoco sabemos que es lo que se está tejiendo".

Bajo la dirección de Mario Gas y con texto suyo y de Alberto Iglesias, "Sócrates. Juicio y muerte de un ciudadano" se representa hasta mañana domingo en el Teatro Romano de Mérida, en lo que supone el segundo estreno absoluto de la 61 edición de su festival.


José María Pou reivindica la vigencia del pensamiento socrático y confía en que "todos podamos arrinconar esa frase de sólo sé que no se nada" en relación a quienes nos gobiernan y deciden sobre nuestras vidas.

En ese sentido, destaca que "una de las pequeñas o grandes esperanzas" que en estos momentos se vive en España es que, tras las últimas elecciones municipales y autonómicas, "parece que sí es cierto que se ha dado un salto y que la palabra transparencia y la necesidad de explicar las cosas, a raíz de todos esos pactos que se están haciendo, está cobrando carta de naturaleza".

La obra sobre el juicio y la muerte del gran filósofo ateniense ha sido dedicada por su director, Mario Gas, "al pueblo griego y a su gobierno", con la esperanza de que "el caso de Grecia sirva para que avance la Europa de los ciudadanos y retroceda la Europa del gran capital", según se pone de manifiesto en el programa de mano y según se hizo hincapié también en la presentación del espectáculo.

El actor catalán cree que la situación de la Grecia actual, que es "lamentable", necesita "de toda nuestra solidaridad" y argumenta que "tampoco hay que olvidar que si el pueblo griego ha llegado a esta situación, es porque gobiernos anteriores, muy parecidos o hermanos gemelos del PP y del PSOE, socialistas y liberales, engañaron y falsearon las cuentas durante mucho tiempo".

Por ello, José María Pou destaca la importancia de la "honestidad" en todos los ámbitos de la vida, como defendía Sócrates, quien a través de él en la escena del Teatro Romano de Mérida "habla continuamente de la necesidad de ser honesto, con uno mismo y con los demás", algo que "por desgracia no se practica demasiado".

Una honestidad y una coherencia, según defiende Pou, que le lleva a aceptar morir por cicuta en una condena a muerte fruto de "un juicio político para quitárselo del medio, porque lo que querían era apartarlo y que dejara de dar lecciones a los jóvenes a los que enseñaba a cuestionar el poder".

Pou reconoce que ha sido un "reto difícil" y que "asusta un poco" enfrentarse a una figura como Sócrates y "tratar de convertirlo en un gran personaje trágico" a la altura de los grandes mitos que se ven en Mérida, como Orestes, Tiresias, Edipo Rey o Creonte.

Además recuerda que el filósofo griego "no dejó escrita ni una sola palabra de su pensamiento", por lo que todo lo que se conoce de él "es a través de lo que han escrito los demás, a veces con tratos muy contrapuestos", lo que ha llevado a Mario Gas a "construir una sola cara con todas las caras" de Sócrates, aunque "apostando por él como un ciudadano griego viviendo como uno más y siendo sometido a un juicio".

El actor de Mollet del Vallés destaca, no obstante, que este personaje le llega "en el momento exacto" de su carrera, ya que Sócrates murió a los 70 años, la misma edad que tiene él, y, además, le permite dirigirse a los espectadores para decirles lo que "no ya como actor, sino como persona", está "deseando decir en una tribuna pública", una identificación que, según reconoce, le hace "muy feliz".

José María Pou actuó por primera vez en el Festival de Mérida hace 41 años, "o sea que yo no había nacido todavía" -ironiza- y desde entonces se ha subido más de una decena de veces a la escena del Teatro Romano, donde debutó también como director con "Fuegos" de Marguerite Yourcenar hace dos años.

Reconoce que "no le diría que no a un Edipo ni a un Creonte" y que siempre estará dispuesto a volver con "alguno de los grandes personajes trágicos".

También señala que aunque dirigir cualquier espectáculo para Mérida "impone un respeto enorme", tiene muchas ganas de repetir su experiencia como director y le gustaría hacer alguno de los grandes musicales del repertorio grecorromano que aún no se han representado en el certamen emeritense, como "The boys from Syracuse" o "Her first roman".

Para Pou, el Festival de Mérida "siempre ha tenido una gran proyección", pero ahora, además, "se ha convertido en un generador y disparador de espectáculos para el resto de la temporada en España", lo que considera "un gran acierto".

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