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Lo que queda del día

Modelo de ciudad y voluntad política

Por mucho pacto social que alcance con los colectivos y por mucho pacto económico que selle con los empresarios, si todo este proceso no se cierra con un pacto político, entre políticos de distintas fuerzas políticas -todas-, cualquier modelo de ciudad al que aspiremos no tendrá razón de ser

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se hizo hace algunos años una pregunta decisiva: “¿Cuál es el modelo de ciudad por el que debemos apostar los malagueños de cara a acrecentar sus atractivos?”. Lo primero que hizo fue comparar la suya con otras grandes capitales de Andalucía de un fuerte componente turístico, y se topó de frente con una realidad inevitable: “No tengo una Giralda para competir con Sevilla; no tengo una Mezquita para competir con Córdoba; ni tengo una Alhambra para competir con Granada”. Pero sí tenía un Museo Picasso, en un enclave histórico y urbano prodigioso, que le desveló de inmediato cuál debía ser su apuesta: convertir a Málaga en la ciudad de los museos.    

Esta semana, el Gobierno local ha convocado a diferentes sectores socio económicos de la ciudad para abordar junto a ellos y, en una próxima fase, directamente con los ciudadanos, cuál es el modelo de ciudad que queremos para Jerez de aquí al horizonte de 2020. El empeño es digno de elogio, aunque hace aguas por muchos sitios. El primero, que un gobierno casi recién nacido de las urnas haya empezado a desempeñar su labor sin saber cuál es su modelo de ciudad, aunque no se lo discuto: el PP tampoco lo tuvo muy claro hasta que hizo del motor el eje central de su discurso, como Málaga lo hizo con los museos, después de haber apostado por el vino. Pudo haberlo hecho asimismo por el flamenco, lo cual invita a pensar que aquí está ya todo casi inventado y lo único que queda es ponerse manos a la obra.

La segunda fuga de agua está en los precedentes. No es la primera vez que un gobierno local hace un intento de este tipo de cara a rearmar la ciudad con toda la ilusión y voluntad del mundo hasta ver cómo todo queda reducido a la postre a mera literatura sobre las páginas de un dossier resumen con los principales compromisos alcanzados. Tampoco aquí es cuestión de enmendarle la plana al nuevo ejecutivo: lo mismo tiene el músculo y el temple que a otros le faltaron para lograr el objetivo final.

Pero por donde definitivamente hace aguas la propuesta es por su vertiente política. Por mucho pacto social que alcance con los colectivos ciudadanos y por mucho pacto económico que vislumbre con el sector empresarial, si todo este proceso no se cierra con un pacto político, entre políticos de distintas fuerzas políticas -todas-, cualquier definición que alcancemos sobre el modelo de ciudad al que aspiramos no tendrá razón de ser, puesto que estará vinculado a la vigencia del gobierno presente y no de los que hayan de sucederle en el tiempo. De qué nos sirve fijar ahora una estrategia de aquí a 2020 si en 2019 se produce un cambio de gobierno cuyos gestores no estén dispuestos a seguir con el planteamiento de su predecesor, por mucho pacto social y económico que lo respalde. ¿Acaso hay que poner ejemplos?

En el fondo, lo que el gobierno de Mamen Sánchez pretende es casi un “empezar de cero”, pero ése es un reto que quienes deben asumir no son los colectivos sociales y profesionales o los empresarios, sino una clase política comprometida con el futuro de su ciudad, independientemente del color que tapice el sillón de la Alcaldía. Ése es el objetivo que debe marcarse realmente, puesto que sin él, todo lo demás, que lo tiene asegurado, no servirá de nada, salvo para exhibir lamentos en el futuro.

Los medios de comunicación fuimos invitados el martes a una de las reuniones sectoriales y realizamos algunas aportaciones. Se habló, por cierto, de Málaga, como referente, y la comparativa no iba mal encaminada, salvo que con algo más de una década de desventaja: el tiempo que su Ayuntamiento tardó en recuperar su centro histórico -aunque todavía sigue su curso-, peatonalizar las calles principales, adaptar lugares públicos al ocio y el esparcimiento y, por supuesto, habilitar espacios para la cultura, para nuevos museos de referencia. Aquí hay un centro histórico por recuperar, calles que habrá que seguir peatonalizando, espacios patrimoniales y urbanos que esperan ser rescatados, y, por supuesto, mucho talento por el que apostar. Sería una pena seguir desaprovechándolo, pero ya sabemos que no depende de nosotros.

Mientras tanto, pueden ir dirigiendo sus propuestas al correo sugerencias2020@aytojerez.es.

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