En su carrera para ser una 'smart city', Málaga ha dado un paso más con la culminación de su laboratorio urbano, entendido éste como un campo de prueba localizado en un entorno real. En concreto, ya se está ultimando la instalación, desde el Ayuntamiento, en el Paseo del Parque, hasta la chimenea de Los Guindos, más conocida como torre Mónica, de unos 400 sensores que permitirán ofrecer una gran variedad de datos de temáticas muy diferentes.
También está finalizando la instalación de una red de transporte de telecomunicación y de sondas de medición de contaminación radioeléctrica e, incluso, el acceso para el tratamiento de imágenes por satélite.
Todo ello constituye una oferta más que novedosa dentro de la actual red de laboratorios urbanos dedicados a probar y validar soluciones inteligentes en entornos reales, tal y como han destacado a Europa Press fuentes de este proyecto.
El Urban Lab de Málaga es fruto de los convenios firmados entre el Ayuntamiento y la Escuela de Organización Industrial (EOI), así como con Red.es, organismos ambos adscritos al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y para su materialización cuenta con financiación europea. Su principal objetivo es la consolidación de la ciudad y su entorno como polo de innovación tecnológica de referencia en Europa.
Tras contar ya con este campo de prueba, el objetivo ahora es atraer a desarrolladores de aplicaciones móviles interesados en utilizar, de forma gratuita y cumpliendo un protocolo, el 'big data' (datos a gran escala) y también a empresas que instalen en la nueva infraestructura los prototipos de sus productos para llevar a cabo la correspondiente evaluación.
Precisamente, el proyecto incluye el denominado Parque de Postes, más dos puntos en la zona de La Misericordia y en la glorieta Antonio Molina, donde existen unos sensores que van emitiendo datos de diversa índole a través de una red de transporte de telecomunicación.
TRASLADO A OTROS PUNTOS DE LA CIUDAD
La pretensión es que este primer Urban Lab pudiera trasladarse a otras zonas de la ciudad para disponer así de más amplitud de datos, lo que exigiría, no obstante, contar con los necesarios elementos de comunicación para el correspondiente envío a las plataformas.
Los datos que se podrían obtener van desde salud o movilidad, pasando por energía o medio ambiente, y hasta de índole social, entre otras muchas tipologías.
Todos estos datos se volcarán en una plataforma de IBM, en otra de Telefónica y en Fiware (Internet del futuro), y estarán a disposición de los desarrolladores y de empresas que quieran participar en el proyecto a través de las distintas convocatorias que vayan saliendo.
MEDICIÓN DE CONTAMINACIÓN RADIOELÉCTRICA
Las sondas de medición de contaminación radioeléctrica, por ejemplo, instaladas en respuesta a la demanda ciudadana, se encontrarán en la cubierta del Centro de Servicios Sociales de Carretera de Cádiz; en el Edificio Múltiple de Servicios Municipales, donde habrá dos, y en la antigua Tabacalera, además de una móvil.
Desde principios de año hasta mediados se ha desarrollado ya una primera fase de este proyecto, a través de un concurso de la EOI, que ganaron Ingenia y AT4 Wireless. Estas empresas llevaron a cabo un servicio de validación de soluciones, aplicaciones y equipamientos vinculados con la 'smart city'.
El laboratorio urbano exterior salió a licitación por 730.000 euros, aunque, finalmente, fue adjudicado por un importe menor a la empresa Elecnor, que está culminando la instalación de la infraestructura. Además, se cuenta con una aportación municipal para el proyecto de obra civil del Parque de Postes.
