Al menos 4.435 personas han muerto en Siria en diecisiete meses de bombardeos de la coalición internacional, liderada por EEUU, contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas víctimas mortales, al menos 366 eran civiles, entre ellos 92 menores de edad y 64 mujeres, que perecieron por los ataques aéreos en las provincias de Al Hasaka, Alepo, Deir al Zur, Al Raqa e Idleb, todas en ellas en el norte de Siria.
La mayor masacre de civiles por un bombardeo de la coalición se produjo entre el 30 de abril y el 1 de mayo de 2015, cuando al menos 64 personas perdieron la vida en un ataque contra el pueblo de Bir Mahali, al sur del enclave kurdosirio de Kobani, en la provincia septentrional de Alepo.
El EI ha sufrido por los bombardeos al menos 3.914 bajas, la mayoría de ellas combatientes extranjeros.
Sus dos dirigentes más importantes fallecidos por este motivo son Abu Osama al Iraquí y Amer al Rafidan.
El primero era el "gobernador" del EI de la llamada "provincia de Al Baraka", que ocupa parte de Al Hasaka, y Al Rafidan ostentaba ese mismo cargo en la "provincia de Al Jair", en Deir al Zur, ya que los radicales han impuesto sus propias divisiones administrativas en el territorio que controlan.
El EI no ha sido la única organización armada que ha sido blanco de los bombardeos de la alianza internacional, que también ha tenido como objetivo bases del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, en el oeste de Alepo y el norte de Idleb.
En consecuencia, al menos 136 miembros del Frente al Nusra murieron en esos ataques aéreos, entre ellos Mohsen Fadli, considerado por Washington como líder del grupo Jorasán, vinculado con Al Qaeda.
Otro grupo armado cuyos cuarteles han sido bombardeados es el radical Ejército de la Sunna, que perdió a diez de sus hombres en un ataque contra su base en el pueblo de Atme en Idleb.
Al recuento total de fallecidos se suma un guardia del yacimiento petrolero de Al Omar en Deir al Zur, que pereció en uno de los ataques aéreos, y un cabecilla del EI, junto a su esposa y sus cuatro hijos menores de edad que murieron en un bombardeo en el área de Dabiq, en Alepo.
Además, hubo un prisionero del EI perteneciente a una brigada islámica que murió durante su retención en una cárcel de los yihadistas en Al Raqa que fue objetivo de la coalición; y otro cautivo de los extremistas que perdió la vida en un bombardeo contra un cuartel de los radicales en Al Mayadín, en Deir al Zur.
El Observatorio anotó que los ataques de la coalición han ocasionado también centenares de heridos.
La ONG no descartó que el número de muertos sea superior debido al secretismo que mantienen el EI y otras organizaciones en Siria sobre sus bajas.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde ha conquistado amplias partes del territorio.