Afanas Cádiz es uno de los proyectos que participa en la II edición de Brindis Solidario de Bodegas Protos, una iniciativa que apoya acciones de interés general, realizadas por Entidades No Lucrativas, que aporten un beneficio para la sociedad española. Para ello, la candidatura que obtenga más votos hasta el 31 de marzo de 2016, recibirá una aportación de 10.000€ para hacer realidad su proyecto.
En el caso de Afanas Cádiz, este dinero se destinaría a la prioridad terapéutica del centro: crear una sala de estimulación sensorial, en la que se aplicarían terapias para aumentar y mejorar nuevas técnicas de estimulación para la correcta evolución de los niños y niñas.
A través de estas terapias se despierta la actividad en las conexiones neuronales y se consigue reco-brar la funcionalidad de los niños. Esto es así porque cuenta con elementos que proporcionan esti-mulación sensorial, creando un espacio agradable, seguro y accesible a nivel físico y cognitivo, que favorece la atención, promueve la exploración, el placer y los sentimientos de bienestar. Técnicas que pueden ser utilizadas con objetivos educativos, terapéuticos, recreativos y de relajación. Lo que permitiría a los niños y niñas explorar, aprender, entender y comunicarse más eficazmente, así como responder de forma más adecuada a su entorno. En definitiva, organizar su mundo para crear los esquemas mentales apropiados que le permitan disfrutar de sus propias experiencias, atendiendo a sus capacidades y/o necesidades, potenciando al máximo las vías de entrada de información exterior y su consecuente compensación, favoreciendo así una correcta plasticidad cerebral a través de los sistemas dinámicos.
Como dijo Aristóteles, no hay nada en la mente que no haya estado antes en los sentidos. Con estas terapias, en los niños y niñas con discapacidad se consigue potenciar las relaciones positivas, reducir el estrés y lograr mejoras importantes en la lógica, concentración y coordinación. Se benefician de las experiencias sensoriomotrices, niños y niñas con discapacidad visual, dificultad en el aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad, trastornos del espectro autista (TEA), parálisis o daño cerebral, discapacidad intelectual, trastornos del lenguaje y necesidad de comunicación aumentativa y/o alternativa. En definitiva, todos los que presentan algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial y/o aquellos que tienen riesgos de padecerlas, se benefician de un entorno enriquecido que facilita una atención diversificada adecuada al nivel de desarrollo real de cada niño o niña.