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Media hora para entrar triunfante en el Jerusalén de María Auxiliadora

La procesión se vio interrumpida por la lluvia, pero ambos pasos pudieron ser admirados por un gentío bajo paraguas

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La presagiada lluvia impidió que la procesión de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén culminara su recorrido, pero, no obstante, pudo hacer acto de presencia en las calles del Barrio Bajo aproximadamente media hora, ya que sobre las 12.30 horas el paso de misterio tuvo que retroceder a la altura de la glorieta de Pérez Galdós para entrar de nuevo en el templo. La parroquia de María Auxiliadora permanecía aún abierta de par en par porque el paso de Nuestra Señora de la Fuensanta no había hecho más que pisar la calle. Sin embargo, toda la vecindad, paraguas en manos, aguantó estoicamente para despedir a sus queridas imágenes con un sonoro aplauso.
Son las cosas de la primavera andaluza, que igual da una de cal que otra de a

ena, y que en esta ocasión convirtió un desfile tradicionalmente acompañado por un sol radiante en un mediodía gris simultaneado con destellos de sol. A pesar de todo, fue la primera estampa bíblica que vivió Arcos.

Entre las curiosidades de este año, cabría destacar la presencia del diputado de guía luciendo ropas que imitan a las originales que lució la hermandad en sus orígenes, con su capa, cucú bordado,  la túnica tradicional de hebreo y su correspondiente cíngulo. También este año se ha confeccionado los nuevos atuendos de los capataces, los cuales recuperan su capa. Respecto a los pasos, los hachones lucieron sus mecheros de orfebrería de plata. Hubo presencia de acólitos lucernarios y portadores de incienso, que a su vez portaron los pertigueros y lucieron el color morado y el roquete blanco como símbolo de la penitencia, mientras que los primeros acólitos mostraron su tradicional ropa roja y blanca como significado de gloria. La procesión también registró la presencia de dos querubines, monaguillos que exhibieron nuevos atuendos: túnica blanca como símbolo de su pureza, esclavina roja y el escudo de la hermandad. En cuanto al exorno floral, el paso de Cristo Rey lució claveles y el de Nuestra Señora de la Fuensanta, claveles y rosas.

El acompañamiento musical fue de la Agrupación del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia de El Puerto de Santa María tras el paso del Cristo, y de la Banda Municipal de Música Vicente Gómez Zarzuela de Arcos, tras el paso de la Virgen. La talla de Cristo Rey lució atuendo hebreo distinto al del año anterior; una ropa tradicional con la que la hermandad simboliza que Cristo entró en Jerusalén “como hombre” y murió como tal pese a su carácter divino.
La procesión de Cristo Rey estuvo precedida de un emotivo momento, ya que durante la tarde del sábado se celebró el retranqueo de los pasos, donde la hermandad pudo comprobar que todo estaba perfecto de cara a la salida procesional.

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