El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha incidido en la "complejidad" del caso de Maloma Morales de Matos, joven vecina de Mairena del Aljarafe (Sevilla), natural del Sáhara Occidental pero nacionalizada española y retenida supuestamente por su familia biológica, destacando que, en este sentido, han existido experiencias y precedentes similares que han tardado "meses" en solucionarse.
En declaraciones a los periodistas, Sanz, que por "prudencia" ha preferido no recalcar las "muchas vertientes" del caso en aras de buscar una solución, ha señalado así que "no estamos ante una situación que deba sorprender, porque este caso es complejo". "Seguimos trabajando", ha asegurado, expresando su confianza en que el conflicto pueda acabar arreglándose.
El delegado ha insistido en que no consta que en ningún momento se haya producido una negativa en la voluntad de Maloma para volver a España. Por contra, sí parece que, entre las cuestiones por plantear, resta una comparecencia ante la autoridad judicial, recordando al respecto que en su momento se solicitó la implicación del Consulado, donde la chica pudiera expresarse "en libertad".
"Ella marcha a los territorios por voluntad propia para ver a sus familiares de la zona: fue libremente", ha recordado Sanz, que insta a que "todos" pongan de su parte para buscar una solución "dialogada y factible", también dentro de la voluntad de la joven. De esta forma, se avanza en buscar una manera de concertar "la intervención de las administraciones y en el ámbito de lo que representan las autoridades saharauis".
La plataforma social que reclama la liberación de Maloma ha convocado para este sábado una nueva movilización, esta vez en Sevilla capital. Según la campaña de difusión de la plataforma en las redes sociales, se celebrará a las 11,00 horas, mediante una manifestación que partirá desde la Plaza Nueva, hasta la sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía, ubicada en la torre Sur de la monumental Plaza de España.
Esta movilización surge cuando han pasado ya más de cinco meses desde que la familia española de Maloma denunciase su "retención" a manos de su familia biológica. Mientras los familiares españoles de Maloma reclaman más esfuerzos a las autoridades, las mismas apuestan por que Maloma pueda hacer una declaración en terreno neutral y se pronuncie sobre si desea regresar a España o permanecer con su familia biológica en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia).
Maloma, que tiene 22 años, empezó a visitar España con siete años en el marco de los programas de colaboración entre familias españolas y saharauis. Comenzó a residir de manera permanente con una familia de Mairena que, cuando ella cumplió 19 años, inició el proceso de adopción de Maloma a petición de la propia joven.
El pasado diciembre, la joven viajó a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf porque le habían avisado de que su madre había enfermado. Pasada una semana, cuando se disponía a regresar a España, su familia se lo impidió y desde entonces la retienen en los campamentos, según denuncia su familia española.
