No todo el mundo puede presumir de haber trabajado en un restaurante con Estrella Michelín. Manuel Valencia Ávila sí puede hacerlo, después de pasar dos meses entre los fogones del restaurante Choco de Córdoba, bajo las órdenes del prestigioso chef Kisko García.
Manuel ha realizado allí sus prácticas después de finalizar los dos años del Ciclo Formativo de Grado Medio en Cocina y Gastronomía del IES Torre del Tajo. De su experiencia en el conocido restaurante cordobés, extrae que “ha sido enriquecedora y muy gratificante, mis expectativas se han cumplido con creces, ya que he podido conocer otra manera de dar servicio, otros productos y otras elaboraciones, además de poner en práctica lo que he aprendido en el módulo”.
Este barbateño llegó al mundo de la gastronomía por casualidad. “Casi siempre he vivido en Cádiz, pero al venirme a Barbate tuve que aprender a cocinar por necesidad y le fui cogiendo el gustillo hasta que me decidí a hacer el curso de cocina”, cuenta. El hecho de “tener mucho tiempo libre” también contribuyó a que pudiera dedicarse a aprender los secretos de los fogones, aunque también reconoce que al principio le costó un poco “aunque con el apoyo de Borja - profesor del Ciclo en el IES Torre del Tajo -, familiares y amigos pude continuar”.
Y de esta manera, Manuel pasó de haber trabajado en una fábrica de componentes en el sector del automóvil a las cocinas del Choco, a través del aprendizaje en el IES Torre del Tajo. “Para hacer las prácticas tuve que trasladarme a Córdoba y compartir piso, lo que es otra experiencia añadida; también conocí Córdoba en mayo con sus Cruces, sus Patios y su feria”, explica.
Una vez finalizadas sus prácticas y con un título de Cocina bajo el brazo, Manuel se plantea varias opciones. La primera sería continuar el Grado Superior de Cocina, “aunque estos estudios se inclinan hacia la gestión y a mí lo que me gusta es el trabajo de fogones”. La otra opción es montar un pequeño negocio de restauración con esos conocimientos adquiridos, “aunque ya sabemos como está la situación”.
Por último, Manuel anima a los jóvenes a que entren en el mundo de la gastronomía, aunque reconoce que “es una profesión muy vocacional, un trabajo muy duro y que requiere mucha constancia”. Sin embargo, no duda en creer que “el futuro es la cocina”. Además, quiere hacer un llamamiento “a los organismos que tengan competencia sobre el Módulo de Cocina del IES Torre del Tajo, para que encuentren la forma de potenciarlo, ya que es un vivero interesante de futuros cocineros y da una salida laboral muy buena”.
