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El año de la Zambomba

Los ayuntamientos de Arcos y Jerez y la Consejería de Cultura se dan la mano para enaltecer la zambomba tras sus dos años como Bien de Interés Cultural

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Arcos recibió el pasado viernes el acto conmemorativo de la declaración de la zambomba como Bien de Interés Cultural. La cita fue organizada en esta ocasión por el Instituto Andaluz de Flamenco y el Ayuntamiento de Arcos y prácticamente fue una calca del celebrado días antes en el vecino Jerez, puesto que se trataba del mismo objetivo: ensalzar la zambomba como parte de nuestra cultura y como una singular manifestación en torno a la Navidad.

Actuaron los grupos Flamenco por Navidad, de Jerez, y el coro de la asociación de mujeres Beatriz Pacheco. El cantaor jerezano Ezequiel Benítez participó como artista invitado, lo cual dio un matiz muy importante de calidad al acto al ser uno de los cantaores en alza, ya considerado entre los mejores del momento gracias precisamente a su último lanzamiento discográfico y a su apoyo a la zambomba.

La asociación de vecinos del casco antiguo brindó su colaboración haciendo y repartiendo los clásicos y ricos buñuelos, con lo cual la cita en torno a la zambomba terminó en fiesta total.
La zambomba típica de Arcos sigue de moda en Andalucía y en el municipio se sienten muy orgullosos de su declaración y, por tanto, de su reconocimiento institucional, como expresaron, entre otros, el alcalde arcense, Isidoro Gambín.

En el lado institucional, también se contó con la presencia de la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y del director General de Cultura de la Junta, Eduardo Tamarit Pradas, que a última hora suplió la falta de la consejera Rosa Aguilar.  Todos defendieron el valor de la zambomba como una manifestación singular en el caso de Arcos y Jerez, pero también la destacaron como hecho que une a las personas y a la familia,  que expresa el arte que atesora la ciudad, que sirve de reclamo turístico y, por supuesto, que lleva implícita la inmensa tarea de recuperación del romancero popular.
En Jerez, la zambomba presenta una mayor influencia del flamenco e incorpora instrumentos como la guitarra, el cajón y los timbales, mientras que en Arcos se mantiene más fiel a los orígenes de baile de ronda y la variedad estilística. En ambos casos, se aglutina un repertorio de origen religioso sin menoscabo de otras temáticas y la tradición romancista da paso a canciones populares, villancicos y romances profanos o religiosos.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó hace ya dos años inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico (CGPH), como Bien de Interés Cultural, la actividad de interés etnológico de la zambomba, cuyos orígenes datan del siglo XVIII con la incorporación del villancico andaluz al repertorio de artistas flamencos.  Se localiza principalmente entre la campiña jerezana y Arcos. Históricamente, esta celebración se ha desarrollado fundamentalmente entre el 8 y el 24 de diciembre, comenzando por la tarde y prolongándose hasta la madrugada, alrededor de una candela, incluyendo la degustación de vinos y anises, guisos y dulces típicos.
En la actualidad, la zambomba no sólo se circunscribe a Arcos y Jerez, a sus barrios o patios de vecinos, sino que ha alcanzado otros puntos de Andalucía, sobre todo en la provincia sevillana.

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