“Armarse de paciencia” es la frase más utilizada cada vez que se pisa las oficinas del Área de Urbanismo, ante una fama ganada a pulso por las demoras con las que los ciudadanos y emprendedores se topan en cada tramitación con la que deben hacer frente.
Una dilatación que encuentra pocas veces una explicación razonable a una espera que frena y eterniza la documentación exigida, la misma que de manera diligente sí responde a las multas con las que acumulan, por ejemplo, los vecinos de los diseminados.
Agilizar la espera y dar respuesta ágil debiera ser el objetivo, que lejos de ser una realidad, es la eterna promesa con la que se encuentra en cada gestión que se pretende llevar a cabo.
Tardanza que llega a ser de incluso un año y que en ocasiones es la baza que decanta la apertura de negocios, que antes de ver la luz, ya encuentra de la propia administración el rompecabezas perfecto.
Por otra parte, y de una tacada, el Ayuntamiento ha dado luz verde a un total de 16 licencias urbanísticas de diversa índole.
El teniente de alcalde delegado de Urbanismo, Ángel Quintana, explica que cuatro licencias aprobadas son de carácter particular, cinco para el resanado de fachadas en el casco histórico y 7 relacionadas con la actividad comercial.
El Área de Urbanismo continúa así gestionando expedientes “muy positivos por un lado para la imagen del casco antiguo y por otro lado impulsa la tramitación de licencias para mejorar la actividad económica de los comercios”.