Noche de emociones la del Miércoles Santo en Algeciras. Si ya de por sí posee una alta carga sentimental el desfile procesional de la Buena Muerte y el Mayor Dolor de Algeciras, el cambio del tipo de carga, a costal desde este año, añadió los nervios propios del estreno a su estación de penitencia.
Eso sí, las sensaciones, positivas con dicho cambio. La sobrecogedora imagen del Cristo crucificado se acrecienta con este modelo, como ha quedado patente desde la salida de la talla por las puertas de la capilla de San Antón en una abarrotada plaza Juan de Lima.
Del mismo modo quedó patente con el paso de palio Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista, con una preciosa marcha a su salida del templo.
La Guardia Civil, ya que la Comandancia es Hermano Mayor honorario de esta Hermandad, así como representantes de la Autoridad Portuaria y otros estamentos vinculados al mar, dado que la Hermandad es carmelita, estuvieron representados y acompañaron al cortejo.
Languidecía la preciosa tarde del miércoles cuando los dos pasos se echaron a la calle bien arropados por numeroso público y enfilaron la calle Tarifa hacia la zona más céntrica de la ciudad.
Las constantes emociones vividas en la salida se repitieron durante su itinerario, sobro todo el esperadísimo paso por San Isidro para el encuentro con el Medinaceli, antes de emprender la Carrera Oficial, de nuevo ante las multitudes, y buscar el camino de vuelta hasta el templo para la recogida.
