Este jueves se cumple un año de la ampliación de la zona azul o también conocida como ORA en 1.807 plazas (1.216 de zona azul, 219 de zona naranja y 372 de zona verde) con las que el casco urbano pasó a contar con un total de 3.661 plazas reguladas o, lo que es lo mismo, de pago. Su entrada en vigor no estuvo exenta de polémica, tanto por parte del comercio, como de vecinos y del propio Ayuntamiento. El Gobierno local socialista lamentaba entonces y sigue haciéndolo 12 meses después la herencia “negativa” del anterior Ejecutivo del PP por acordar esta ampliación “con nocturnidad y alevosía” y mantener el misterio durante toda la campaña electoral ante la impopularidad de una medida que no convencía “a nadie”: ni a vecinos, comerciantes ni al propio Ayuntamiento.
Una situación “impuesta” para la próxima década que no tendrá marcha atrás ante el elevado volumen de la indemnización que el Consistorio tendría que pagar a la concesionaria del servicio, Setex, para rescindir el servicio, cuantificada en más de ocho millones de euros. Un año después, en la Asociación Unión Local de Comerciantes, Asunico, creen que se han confirmado sus peores presagios y este incremento de aparcamientos de pago ha sido la “puntillita” para la complicada situación que arrastra el comercio del centro. “Ha sido un error; tienen que quitarlo”, manifiesta el presidente de Asunico, Manuel García, que lamenta que esta duplicación de la zona azul haya haya “empujado” a los conductores a los centros comerciales de la periferia, “donde todo son facilidades”, manifiesta.
Por contra, agrega García, el cliente que aparcaba “a cinco minutos del centro” -por la Barriada de España, la Plaza de Toros o Divina Pastora- y completaba el resto del recorrido a pie “ha decidido no venir”. En este sentido, alerta de la incidencia de esta medida en el hábito de los consumidores en la zona centro y las dificultades para que poder cambiarlo a largo plazo. Por todo ello, desde Asunico son tajantes: “si queremos levantar el centro, hay que solucionar el problema de los aparcamientos. Que se quite el ORA”, señala, instando al Ayuntamiento a rescatar la concesión y “buscar” el corriente para asumir la indemnización, y optar por una fórmula de ORA regulada por personal del Ayuntamiento “a coste cero” en el que los vehículos puedan permanecer un máximo de dos horas estacionados. “Están en juego muchos puestos de trabajo de comerciantes y el corazón de la ciudad”, añade.
Un año de “pérdidas”
Díaz, por su parte, cree que después de un año, la situación tras la controversia inicial es de “estabilidad” y “normalidad”, ya que los ciudadanos “lo han ido asumiendo”. Así, de la estampida inicial de las nuevas zonas habilitadas para aparcar de las primeras semanas, se ha pasado a un lleno progresivo de estas plazas, aunque 12 meses después sigue siendo fácil encontrar hueco libre. Por eso, después de un año de “pérdidas”, cree que para el próximo el “desequilibrio económico” mejorará. Sin embargo, no deja de reconocer que esta ampliación de la zona ORA “choca” con los planes para revitalizar el centro histórico a partir de la reordenación de la Plaza Belén y con el nuevo Plan de Movilidad que preparan.
A estas alturas, además de haber dejado de aplicar el 5% de la ampliación del ORA, lo que supone haber dejado libre de “pagos” 120 aparcamientos, tal y como contemplaba el pliego, el escaso margen de maniobra les ha permitido “renegociar” algunas zonas, convirtiéndolas a verde (de más duración y más baratas), sin que descarte volverlo a hacer en otros puntos a medio plazo y de forma consensuada.
